Ciudad de México.- Las lluvias que se prometieron para septiembre no llegaron y el país se encuentra en crisis hídrica. Dos terceras partes del territorio presentan un grado de sequía, que en proporción es cinco veces peor que lo vivido el año pasado.
De acuerdo con el Monitor de Sequía de México, publicado por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la superficie del País afectada pasó de 43.3 por ciento el 30 de julio a 67.1 por ciento el 15 de septiembre, su última medición, muy lejos del 14.3 por ciento a estas fechas de 2022.
La situación es tal que en estados históricamente sin este problema como Morelos o Guanajuato, tienen afectaciones en el 100 por ciento de su territorio, lo que condiciona no solo a la presencia del líquido, sino también a la economía por los daños a la producción agrícola e industrial.
Los datos oficiales revelan que 68 por ciento del total de municipios en el país han sido afectados, algo que no se espera que mejore en los próximos días ante la ausencia de precipitaciones.
El SMN reportó que el déficit de lluvias es tal que no hay entidad que no tenga repercusiones, registrándose a nivel nacional una "lámina de lluvia de 401.3 milímetros, lo que representa un 28.1 por ciento menos del promedio para el periodo de 1991 al 2020".
Días atrás, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) expuso que el sábado concluirá el año hidrológico y presenta un déficit de lluvias de 25.3 por ciento por debajo del promedio histórico desde 1991.
“El año hidrológico ya termina en 19 días, en 18 días y bueno hasta este corte el día 10 de septiembre, se han acumulado 491.7 MM y esto representa un déficit o un 25.3 por ciento por debajo del promedio histórico también para este año”, explicó Miguel Ángel Gallegos, gerente de Meteorología y Climatología de la dependencia federal.
- Vine de lejos
El problema de la sequía en México viene desde 2018, cuando los periodos secos fueron incrementándose por la influencia de sistemas meteorológicos provocados por La Niña, además de una menor actividad ciclónica.
La cada vez más intensa demanda de agua, asociada a la falta de lluvias y a sistemas de captación deficientes, han sido detonantes para que la crisis se agudice. Porque no solo se trata de la falta de lluvias, sino lo que deriva de ello.
- Escasez asusta
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para el 2050 las sequías se duplicarán en tiempo e intensidad, lo que amenaza la disponibilidad y calidad del agua en el país; los primeros brotes de la crisis ya se dejan ver en Nuevo León, Coahuila o Sonora, por citar algunas entidades donde no hay recurso suficiente para abastece en tiempo y forma a los ciudadanos.
La ausencia del agua complica la vida de millones en México. De acuerdo con datos del Instituto Nacional Estadística y Geografía (Inegi), a estas alturas el 33 por ciento de los hogares en el país no disfrutan de un suministro diario, lo que les obliga a incurrir en gastos adicionales.
Esto se puede ver reflejado en la ingesta cada vez mayor de agua embotellada, ya no por lujo sino por necesidad pura y dura: los últimos tres años, México ha liderado el consumo de agua en botella de plástico, promediando 282 litros por persona en el último censo, lo que representa un promedio cinco veces superior al resto del mundo. El negocio ya alcanza los 30 mil millones de pesos.
Para Fernando González Villarreal, coordinador técnico de la Red del Agua UNAM y director del Centro Regional de Seguridad Hídrica, el país vive una crisis doble: sequía y estrés hídrico, pues “sesenta por ciento de los cuerpos de agua presentan algún grado de contaminación, 157 acuíferos están sobrexplotados, además de que la mitad del territorio ha perdido su cobertura vegetal original”, explica.
El especialista añadió que el setenta por ciento del territorio tiene un grado de presión hídrica alto o muy alto, lo que implica que nuevas demandas no pueden ser abastecidas, por lo que urge un cambio de paradigma “y evolucionar hacia la búsqueda de la seguridad hídrica, en la que se garantice el acceso al agua potable en cantidad y calidad a un precio justo", dijo.
Ante la crítica situación, en el Congreso de la Unión se ha planteado la urgencia de aprobar una nueva Ley General de Aguas, sobre todo considerándose que el Legislativo tiene una década de retraso en el tema, pues otros países ya han hecho cambios sustanciales en el tema, e incluso la Suprema Corte de Justicia de la Nación le ha apremiado para legislar en la materia.
José Luis Luege Tamargo, exdirector de Conagua, dijo ante diputados federales que este gobierno no ha destinado los recursos suficientes para atender la crisis hídrica en el país.
Fuente: Tribuna