MADRES BUSCADORAS DE SONORA

Madres Buscadoras de Sonora celebran emotiva posada para niños huérfanos de la violencia

las Madres Buscadoras de Sonora realizaron una emotiva posada para más de 200 niñas y niños que, desafortunadamente, quedaron huérfanos por el crimen organizado

Madres Buscadoras de Sonora celebran emotiva posada para niños huérfanos de la violenciaCréditos: Internet
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Bahía de Kino, Sonora. – Ayer sábado 21 de diciembre, las Madres Buscadoras de Sonora, encabezadas por Ceci Flores Armenta, realizaron una emotiva posada para más de 200 niñas y niños que, desafortunadamente, quedaron huérfanos o tienen a uno de sus padres desaparecidos debido a la violencia del crimen organizado. Con una sencilla pero significativa celebración, el colectivo buscó ofrecerles un respiro en medio de la tragedia que enfrentan diariamente, brindándoles una oportunidad de vivir la Navidad con alegría, a pesar del dolor que los rodea. 

Gracias a quienes apoyaron con sus donaciones para que esto sea posible, no queremos que se queden sin su regalo en esta Navidad”, expresó el colectivo a través de su cuenta oficial de Facebook, agradeciendo a quienes hicieron posible la posada mediante sus aportaciones. 

La posada, realizada en la Casa de los Desaparecidos en Bahía de Kino, reunió a niños y sus familias para disfrutar de un día lleno de regalos, dulces, comida, piñatas y un banquete navideño. La celebración, que buscaba aliviar en parte el dolor de estos pequeños, fue una muestra de solidaridad por parte de la comunidad, que respondió a la convocatoria lanzada por las Madres Buscadoras. Este evento también sirvió para reforzar el mensaje de que, a pesar de las dificultades, no se debe olvidar a las víctimas de la violencia y desapariciones forzadas. 

Ceci Flores, líder del colectivo, expresó en entrevista para la agencia EFE: “La Navidad es triste para los hijos de los desaparecidos, las Madres Buscadoras tratamos que este día sea menos triste para ellos, con esta posada”. 

Hay que señalar que el evento también sirvió como un espacio para compartir testimonios de familias que han sufrido la desaparición de seres queridos. La señora Rufina Vázquez Ramos, quien cuida de sus nietos y busca a sus hijos desaparecidos, relató cómo la Navidad se convierte en una fecha aún más dolorosa para los huérfanos. “Muy tristes, porque no tienen a su papá, siempre su papá estaba con ellos, él era papá y mamá de ellos, eran tres que él cuidaba porque su mamá se había ido con otro hombre, pero ya no existen para ellos, no existe la Navidad para ellos”, compartió con la voz quebrada, visibilizando el sufrimiento que viven estos niños. 

Lidia Hernández Reyes, madre estadounidense que viaja semanalmente desde Arizona para buscar a su hijo Jorge Hernández, quien fue desaparecido por presuntos criminales en Sonora, también estuvo presente en la posada. Mientras cuida a su nieto pequeño, quien extraña profundamente a su padre, Lidia relató el sufrimiento de su familia. “Él (su nieto) siempre está pensando en su papá, como tengo fotos de él por toda la casa, él me dice que es su papá y pues me da tristeza porque tan chiquito él ya sabe que tiene un papá desaparecido. Me da dolor, pero yo trato de estar mejor para él, y demostrarle más amor y más atención para que no sufra la ausencia de su padre, aunque si la sufre a su manera”, contó Lidia, visibilizando el dolor y la resiliencia de las familias de desaparecidos. 

De acuerdo con los datos proporcionados por la RED Lupa, plataforma lanzada por organizaciones civiles para dar seguimiento a la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, en Sonora, entidad gobernada por Alfonso Durazo Montaño, se registran cuatro mil 446 personas desaparecidas en lo que va del año 2024, de las cuales tres mil 646 son hombres y 814 son mujeres. A nivel nacional, la red reporta más de 116 mil personas desaparecidas con corte a mayo de este año, siendo 2023 el año con más casos registrados (10 mil 315 desapariciones). Las entidades con mayor concentración de desapariciones son Jalisco, Tamaulipas, Estado de México, Veracruz y Nuevo León, que abarcan aproximadamente el 48% de los casos en el país. 

La posada organizada por las Madres Buscadoras de Sonora representa no solo un acto de cariño hacia los niños afectados por la desaparición de sus seres queridos, sino también un símbolo de resistencia y esperanza. En medio de un clima de violencia y desolación, el colectivo busca hacer sentir a estos pequeños que no están solos, que su sufrimiento es visto, escuchado y que existen personas dispuestas a hacer todo lo posible para brindarles momentos de felicidad, aunque sea por unas horas. 

Este tipo de actos son un recordatorio de la importancia de la solidaridad en tiempos de crisis, donde muchas veces los más vulnerables, como los niños huérfanos de violencia, quedan desprotegidos y olvidados por la sociedad. 

Fuente: Tribuna