Navojoa, Sonora. - Ana Lourdes Yepiz Enriquez, se ha convertido en la única mujer bombera de línea en el Departamento de Bomberos y Protección Civil de Navojoa. Pese al riesgo que este trabajo implica, la vocación de servicio motivó a la joven rescatista para cumplir uno de sus grandes anhelos.
La joven de escasos 20 años de edad, forma parte de la generación 2023 de la Academia de Bomberos en la ‘Perla del Mayo’; formación que le ha permitido servir a su comunidad en el combate de incendios y otros percances.
SU HISTORIA
La vocación de servicio corre por la sangre de Ana Lourdes, debido a que desciende de una familia ligada al servicio público en el municipio de Navojoa, principalmente en la Corporación de Seguridad Pública Municipal, modelos a seguir que inspiraron a la joven para incorporarse al Departamento de Bomberos.
Desde pequeña me llamaba la atención ayudar a los demás, siempre he tenido el ejemplo a seguir en mi familia, pues han trabajado sirviendo a los demás; mi bisabuelo y abuelo fueron jefes de la Policía Rural y mi papá fue director de Seguridad Pública en Santa Ana, tíos y primos también han seguido los pasos en el ámbito de servir a la comunidad pero siendo policías”, indicó.
Durante su estancia en el municipio de Santa Ana, se enteró de la creación de una Academia de Bomberos en Navojoa, por lo que despertó su interés en formar parte del equipo de rescatistas, uno de los Departamentos mejores evaluados en el noroeste del país.
En la preparatoria quería entrar a la Cruz Roja pero nunca entré, cuando estuve en Santa Ana empecé a decirle a mi papá que quería entrar a Bomberos y cuando nos regresamos a Navojoa les comenté que llevaría mis papeles y así fue como empezó todo”, señaló.
Una vez inscrita en la Academia de Bomberos, Ana Lourdes sorprendió a sus compañeros, debido a que contrario a lo que se acostumbra, la joven decidió capacitarse para convertirse en bombera de línea y no en personal paramédico o administrativo donde generalmente ingresan las voluntarias.
Desde la inscripción me emocioné mucho porque era algo nuevo para mí, no sabía ni lo más básico, pero conforme empezaron los talleres me motivé y le echaba muchas. Recuerdo que la primera vez que me metí a combatir un incendio, lejos de darme miedo me dio mucha emoción el saber que ayudaría a alguien”, puntualizó.
Por ello, exhortó a las niñas y jóvenes interesadas en ser parte de la Corporación, a esforzarse y realizar su aprendizaje con pasión, ya que sólo así podrán realizar el sueño que se propongan.
Fuente: Tribuna