Ciudad Obregón, Sonora.- Día del Niño. La infancia es la etapa más importante en la vida de las personas, donde el niño forja su personalidad y visión del mundo, también es la etapa en la que más recompensas reciben los padres a sus esfuerzos: los primeros pasos, sus primeras palabras, sus primeras sonrisas, llantos y temores.
Pero cuando este tiempo se ve comprometido a unos cuantos años, las ganas de aferrarse a vivir hacen que cada día sea una batalla que luchar, una oportunidad para lograr un milagro.
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Tal es el caso de Ramses y Arely, padres de la pequeña Fátima Lucía, quien pese a haber nacido con atresia tricúspide, un mal cardiaco congénito, por lo cual sólo cuenta con medio corazón, ha demostrado que el suyo quiere latir por muchos años. Pese a los primeros diagnósticos que no le auguraban más de dos años de vida, ha logrado con su fuerza, la lucha de sus padres y apoyo de la sociedad cajemense, extender su esperanza de vida.
Ha sido un proceso muy duro Fátima nace con una cardiopatía congénita ha sido muy, muy difícil pero como bien lo decía ahorita o sea sigue con muchas ganas de vivir y aquí está muy contenta, feliz y pues haciendo de todo para poder lograr esta tercera cirugía y la gente apoyándonos”, compartió Arely Lucía, madre de Fátima en entrevista con TRIBUNA.
A pocas semanas de festejar su segundo cumpleaños, el próximo 13 de mayo, la guerrera Fátima espera tener su tercera cirugía de corazón la cual le augura una esperanza de vida de 60 años, y aun cuando no dimensiona el empeño de sus padres para recaudar el recurso necesario para esta intervención, el mayor esfuerzo es el que ella ha demostrado el responder favorablemente a las dos primeras operaciones, las cuales le permiten seguir disfrutando de las cosas que le gustan, de su comida favorita, la cual como buena cajemense son los tacos de carne asada.
Fátima llegó y cambió toda nuestra forma de vivir, nos ha demostrado que se puede vivir a pesar de la adversidad, y gracias a Dios que nos permite verla sonreír, caminar, jugar, oírle decir papá, mamá, lo que nos reafirma que todo el esfuerzo vale la pena”, añadió su madre.
Ramses, padre de la pequeña, señaló que, como buena hija, tiene un apego con su papá. “Es muy lindo ver cómo Fátima me cela, cuando mamá me abraza, ella dice ‘no, papi es mío, papá es mío’, y se me tira al cuello y al andar en el súper quiere que yo la mueva en el carrito, al dormir quiere que yo la duerma, quiere que yo le cambie el pañal y eso es bellísimo”.
Milagro trabajado
Aun cuando Fátima no es consciente del sacrificio de sus padres, detrás de todas las alegrías, están las preocupaciones, los miedos que quitan el sueño y tranquilidad, a sus padres pero que al ver cada día su sonrisa les mitiga la pena y los alimenta para seguir luchando.
Hay noches que no se puede conciliar el sueño, que uno está pensando en si se va a lograr, aparte el no dormir por ver a Fátima, de que este bien, que esté respirando como se debe, es muy duro, pero también está la confianza en Dios, de que primero que nada se haga su voluntad (…) hay días que no podemos más, pero la vemos que corre, juega, te abraza y te dice ‘te amo’, eso nos motiva a seguir adelante, a no rendirnos, ya que ella a pesar de su condición le echa ganas para vivir, como papás debemos de dar todo”, señaló su mamá.
Piden apoyo
Por todo lo anterior, recordaron que se han realizado diferentes actividades para recolectar el recurso necesario para costear la operación, como venta de comida, rifas, boteos; lo cual en esta ocasión los ha llevado a alcanzar el 60 por ciento de lo requerido, por lo cual piden nuevamente el apoyo de la sociedad.
La cirugía está programada para los días últimos de junio, seguiremos realizando las acciones e invitamos a las personas de buen corazón que puedan apoyar a Fátima, todo esfuerzo suma, y quienes gusten apoyar pueden ponerse en contacto al número 6442 596 687, o depositar a la cuenta 5204 1657 4112 0293, al nombre de Arely Lucia Vaquera Delgado”, finalizó.
Fuente: Tribuna