Cajeme, Sonora. - Después de los servicios funerarios tradicionales, el cuerpo de Luis Miguel Castro Acosta fue trasladado a la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús en donde se le ofició una emotiva misa de cuerpo presente para pedir por su eterno descanso, ahí se dieron cita familiares, amigos y compañeros de trabajo.
Tu familia, tu madre, tus amigos, tu esposa, tus hijos, tus hermanos, tus tíos, te deseamos un feliz viaje, agradezco a todas las personas que nos acompañaron en nuestro dolor”, con estas palabras era despedido Luis Miguel por su madre.
Posteriormente, los restos del director del Organismo, Operador Municipal de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Cajeme (Oomapasc), fue llevado hasta las instalaciones del Palacio Municipal en donde funcionarios, regidores y trabajadores del Ayuntamiento, encabezados por el alcalde Javier Lamarque Cano le rindieron un breve homenaje y realizaron las tradicionales guardias de honor.
En el marco de la guardia de honor, la hermana de exfuncionario dirigió unas breves, pero sensibles, palabras, se refirió a él, como una gran persona, un gran ser humano, como el preferido, pero particularmente le dijo “siempre fuiste mi súper héroe”.
Por su parte, Lamarque Cano, con la voz entrecortada se refirió a Castro Acosta como un gran padre, gran funcionario, gran esposo y finalmente se despidió, “hasta luego amigo, hasta pronto amigo, hasta siempre”.
Minutos más tarde, el cortejo fúnebre se dirigió al lugar que durante los últimos tres años, fue probablemente la segunda casa del funcionario municipal, las oficinas del Oomapasc de Cajeme, ahí los esperaban sus compañeros de trabajos, vistiendo con la calle Sinaloa los últimos vehículos adquiridos durante su gestión para brindar un mejor servicio a los ciudadanos.
En la explanada del Organimso Operador, el cuerpo de Luis Miguel, fue recibido y despedido entre aplausos, lágrimas, anécdotas y el claxon de las unidades de reciente adquisición.
Aproximadamente a las 15:00 minutos más, minutos menos, Luis Miguel Castro Acosta checaba su hora de salida por última vez.
Fuente: Tribuna