Ciudad Obregón, Sonora.- En un acto de unidad y bondad, un grupo de ciudadanos cajemenses se organizó para comprar todos los dulces que vendía doña Elia Mendoza, una adulta mayor de 79 años de edad, en su puesto ambulante. Esto sucedió ayer, miércoles 3 de julio, en la colonia Centro de Ciudad Obregón, donde la señora vende dulces todos los días para cubrir sus necesidades básicas y la de su familia.
La sorpresa fue organizada por el Club de Apoyo Ciudad Obregón, que reunió a más de 100 ciudadanos para realizar esta buena obra. Una larga fila se formó para apoyar a doña Elia, quien vende sus productos en una plaza comercial ubicada en la calle Miguel Alemán, entre Guerrero y No Reelección. Emocionada hasta las lágrimas, la señora agradeció la ayuda y expresó su sorpresa diciendo: "¿Qué está pasando? A mí nadie me dijo nada".
Además de la compra masiva de dulces, los presentes le cantaron las mañanitas a la señora, ya que su cumpleaños es el próximo 20 de julio. Doña Elia vive en la colonia Faustino Félix y contó que desde hace años se hizo cargo de sus dos nietos cuando su hija fue encarcelada en el Cereso de Ciudad Obregón. Actualmente, uno de sus nietos cursa la secundaria y el otro la universidad, mientras que su hija cumplió 15 años de prisión y ya fue liberada.
Doña Elia, quien ha enfrentado diversas dificultades a lo largo de su vida, encontró en la venta de dulces una forma de sostener a su familia. Su dedicación y esfuerzo diario son un ejemplo de perseverancia, y la sorpresa organizada por el Club de Apoyo Ciudad Obregón es una muestra de la solidaridad y generosidad de la comunidad.
Esta es la quinta actividad organizada por el Club de Apoyo Ciudad Obregón desde el pasado 20 de mayo, cuando comenzaron a invitar a la comunidad a ayudar principalmente a los adultos mayores que venden sus productos en las calles de la ciudad. La acción de ayer no solo alegró el día de doña Elia, sino que también destacó el espíritu comunitario que aún existe en Ciudad Obregón. La historia de doña Elia es un recordatorio de que la unidad y la bondad pueden transformar vidas y fortalecer a la comunidad.
Fuente: Tribuna