Empalme, Sonora.- Doña María Luisa García ya tiene 80 años, pero a pesar de esa edad no le gusta estar en su casa solo mirando pasar el tiempo, cuando aún se siente fuerte para ser productiva y trabajar para obtener ingresos que la ayuden a salir adelante.
A doña Licha, como se le conoce, se le ve en el centro de la ciudad, en Empalme, ofreciendo golosinas en venta, con lo que obtiene un ingreso extra, pues tiene la Pensión del Bienestar y la que le dejó su difunto esposo.
Además, Pedrito, su hijo que tiene síndrome de Down aún la necesita, por lo que se esfuerza para obtener ese ingreso que les ayuda a salir adelante, a subsistir. Tiene más hijos, unos en los Estados Unidos, que de vez en vez le tienden la mano, pero le gusta sentirse útil, activa, porque quedarse en casa en muchas de las ocasiones deriva en enfermedades.
Durante casi 40 años, doña María Luisa atendió un puesto de comida en el Mercado Municipal Centro, llegando a ser de los locatarios más longevos en el parián y de los más conocidos. Sin embargo, recuerda que hace poco más de dos años sufrió una caída que le provocó una fractura en una de sus muñecas, lo que la dejó imposibilitada para continuar atendiendo el puesto que tantos años atendió, y se vio en la penosa necesidad de dejarlo.
Pero lejos de quedarse en casa tras ese accidente, dijo que al recuperarse tomó la decisión de seguir trabajando, y si bien no en el puesto de comida, pero sí en la venta de dulces en la vía pública, con lo que se sigue ganando la vida. Su hijo Pedrito al igual vende dulces en el exterior de conocida mueblería en el centro de la ciudad.
Fuente: Tribuna del Yaqui
