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Iván Güereña apuesta por preparación y vocación para garantizar sentencias justas en Sonora

Iván Güereña González aspira a convertirse en magistrado del Tribunal Colegiado en materias Penal y Administrativa del Quinto Circuito de Sonora

Iván Güereña apuesta por preparación y vocación para garantizar sentencias justas en Sonora
Iván Güereña apuesta por preparación y vocación para garantizar sentencias justas en Sonora Foto: TRIBUNA

Cajeme, Sonora.- Con una trayectoria de más de 20 años en el Poder Judicial Federal, Iván Güereña González aspira a convertirse en magistrado del Tribunal Colegiado en materias Penal y Administrativa del Quinto Circuito de Sonora. Su carrera comenzó en 1993 en el Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Sonora y, desde entonces, ha ocupado cargos como secretario de acuerdos, proyectista, juez de primera instancia y secretario proyectista en tribunales colegiados federales.

En entrevista con TRIBUNA, Güereña explicó que un magistrado del Tribunal Colegiado tiene una función clave en la protección de los derechos de los ciudadanos, pues revisa sentencias definitivas de juicios penales, fiscales y administrativos para detectar posibles violaciones a derechos fundamentales. 

Subrayó la importancia de que los jueces y magistrados sean personas preparadas, honestas y con vocación de servicio, especialmente en un estado como Sonora, donde las decisiones judiciales afectan directamente la libertad, el patrimonio y la vida de las personas.

Pregunta (P): ¿Qué ha hecho? ¿Cómo comienza su carrera en el Poder Judicial? ¿Qué cargos ha tenido?

Iván Güereña González (IGG): “Para esto nos vamos a remontar a 1993. Entre 1993 y 1994 entré a trabajar al Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Sonora como chofer. Duré ahí aproximadamente tres años y medio. Con ese trabajo solventé mi carrera y, en los tiempos libres, elaboraba proyectos de sentencia de apelación”.

“Continué en el Poder Judicial. Logré ser secretario de acuerdos de un juzgado de primera instancia civil en Obregón. Posteriormente, fui proyectista del Supremo Tribunal de Justicia. Fui juez de primera instancia por concurso de oposición, el primero que se llevó a cabo en el Poder Judicial del Estado de Sonora. Mi primera adscripción fue en Cumpas, después en Magdalena y posteriormente en Caborca, en un juzgado civil. Los otros dos juzgados eran mixtos”.

“En algún momento salí del Poder Judicial del Estado y trabajé en el SAT, en el área contenciosa, en Ciudad Obregón, como abogado tributario. Ese puesto también lo obtuve por concurso de oposición, el primero que se hizo para ese cargo en el SAT. Posteriormente, se me presentó la oportunidad de ingresar al Poder Judicial Federal como secretario proyectista de un tribunal colegiado. Hice el examen, lo pasé, y desde entonces tengo más de veinte años y medio en un tribunal colegiado en materia penal y administrativa, que es precisamente el órgano al que me estoy postulando, pero ahora como magistrado”.

(P): ¿Qué formación académica tiene?

(IGG): “Soy doctorando en Derechos Humanos y Justicia Constitucional. Tengo una maestría en Derecho Fiscal y una especialidad en Justicia Constitucional que cursé en la Universidad de Castilla-La Mancha, en España. También tengo una especialidad en Justicia Laboral y varios diplomados en Amparo, Derecho Tributario, Derecho Civil, entre otros”.

“He sido docente en la Escuela Judicial del Poder Judicial Federal, donde se capacita a secretarios, actuarios y otros funcionarios. Ahí impartí clases de Amparo y Derecho Tributario. También di clases en la Universidad Durango-Santa Fe, en maestrías de Derecho Penal y Amparo”.

(P): ¿Cómo interviene un magistrado del Tribunal Colegiado en la justicia para el ciudadano? ¿Qué le resuelve al ciudadano?

(IGG): “La competencia de un tribunal colegiado de circuito, en materia penal y administrativa, es muy amplia. Una de sus funciones más importantes es resolver sobre sentencias definitivas dictadas por jueces en juicios penales, fiscales, administrativos o de pensiones. Si alguien considera que esa sentencia es injusta o que transgrede sus derechos, puede interponer un amparo directo”.

“El Tribunal Colegiado analiza si esa sentencia viola derechos fundamentales. Si encuentra violaciones, puede declarar la nulidad de la sentencia y ordenar que se dicte una nueva, con las correcciones necesarias”.

“Otra competencia es revisar las sentencias de los jueces de distrito en amparos indirectos. Si un ciudadano considera que un acto de autoridad (como una orden de aprehensión o una multa) es inconstitucional, promueve un amparo indirecto. Si el juez de distrito niega el amparo, el ciudadano puede interponer un recurso de revisión, que es resuelto por el tribunal colegiado”.

“Además, existe el Recurso de Revisión Fiscal, que puede interponer la autoridad cuando no está de acuerdo con una resolución del Tribunal Federal de Justicia Administrativa. Ese recurso también lo resuelve el Tribunal Colegiado”.

“En todos estos casos, los tres magistrados discuten y resuelven en sesiones públicas transmitidas en vivo. Por eso es fundamental que quienes integran esos tribunales sean personas preparadas, con experiencia y compromiso”.

(P): En el contexto de la Reforma del Poder Judicial, ¿cómo aseguramos que los perfiles con carrera judicial, que saben interpretar la Constitución, sí lleguen a ser jueces o magistrados?

(IGG): “Creo que, al igual que en cualquier elección, deben tomarse en cuenta varios factores. Uno fundamental es la preparación del candidato. Es como cuando uno tiene que elegir a un mecánico: puedes tener a uno muy preparado pero con poca experiencia, y a otro igual de preparado pero con años de trayectoria y buena fama. ¿A quién eliges?”.

“Debemos darle oportunidad a los jóvenes, claro, pero de manera paulatina. Que se forme una carrera judicial, empezando desde abajo: actuario, secretario, proyectista. Que se vayan formando y ganando experiencia antes de aspirar a un puesto como magistrado”.

(P): ¿Cree que la reforma era necesaria, considerando la situación actual del sistema de justicia en el país?

(IGG):  “Sí, considero que era necesaria. Veo tres aspectos clave que deben tomarse en cuenta además de los estudios y la experiencia: la honestidad, la buena fama y el buen trato”.

“La ciudadanía ahora tiene la oportunidad de ver quiénes son los postulados, investigar, preguntar. Si los candidatos son de la misma localidad, los abogados saben si esa persona es corrupta, si es competente, si tiene buena fama o si trata mal a la gente”.

“Eso es valiosísimo, sobre todo en un estado como Sonora, donde todos nos conocemos. Cuando una persona llega a un tribunal, es porque su problema ya escaló mucho: está en juego su libertad, su pensión, su patrimonio. Por eso necesitamos juzgadores honestos, con experiencia, preparados y empáticos”.

(P): ¿Qué lo motiva a participar? Es decir, ¿qué lo hace decir: bueno, sé que es complicado el proceso, es poco tiempo, poco recurso, son limitados lo que uno puede hacer, no me puedo reunir en un mitin, no puedo poner una pancarta, solo redes sociales? Entonces, ¿qué le hace decir a usted: quiero participar? ¿Cuál es la motivación?

(IGG): “Primero que nada, desde que estaba muy joven, el Derecho siempre ha sido una de mis principales pasiones. Siempre me ha gustado la carrera de Derecho. Pero no solo eso. Cuando empecé a trabajar en los tribunales, me di cuenta de que existe un grado de satisfacción muy grande, sobre todo cuando eres juez”.

“Me he encontrado que cuando era juez o secretario de apoyos, al resolver un asunto, te das cuenta de que realmente estás siendo útil a las personas, que estás resolviendo un problema. Sientes que tu trabajo tiene una razón de ser, una motivación. Eso me ha llenado de satisfacción, sobre todo en los puestos de decisión como juez o magistrado”.

“Ese tipo de trabajos te motivan porque sabes que lo que haces vale la pena. Si le inviertes ocho o diez horas a una sentencia, sabes que va a repercutir directamente en una persona. Si determinas que un acto de autoridad fue abusivo o que una orden de aprehensión fue incorrecta, sabes que estás haciendo justicia”.

“Cuando dictas una sentencia sientes ese grado de satisfacción de sentirte útil, de que toda tu preparación y conocimientos los estás utilizando para el bien de tu comunidad, especialmente donde vives. Eso es lo que me ha motivado a seguir adelante y buscar un puesto de decisión definitiva, como magistrado, porque aunque hagas la sentencia, otros pueden cambiarla si no están de acuerdo, pero yo busco llegar a esos lugares por esa satisfacción de servir a la sociedad”.

(P): ¿Qué le diría a la gente que aún está incrédula, apática, que no quiere participar o no tiene intención de votar? ¿Qué le diría a ese sonorense que dice: "¿Para qué voy a salir a votar si ya está todo decidido?"

(IGG): “Pues yo soy candidato y estoy contendiendo. Desde que empezó este proceso no he tenido conocimiento de algo que indique que esté todo decidido. Eso me da la posibilidad de decir: no hay que perder la fe”.

“Por eso se hacen las reformas, hay que participar, salir a votar, escoger el mejor perfil. Hay que confiar en las instituciones y tener ese valor cívico. Aunque es un derecho votar, considero que también es una obligación, porque de lo que elijamos depende el futuro de cientos de miles de personas”.

“Un solo juez puede decidir en juicios de amparo, y todos estamos expuestos a actos de autoridad, desde prediales, multas de tránsito o tenencia. Si ves que algo está mal calculado y lo llevas con un abogado, puedes presentar un juicio de amparo directo. Por eso es importante elegir funcionarios que respondan bien y resuelvan correctamente”.

(P): ¿Cómo ha vivido el proceso? ¿Participó en los comités o por tómbola? ¿Cómo lo sintió?

(IGG): “Lo sentí muy bien. En las entrevistas de los tres comités fueron preguntas técnico-jurídicas, no sobre opiniones o reformas, sino cuestiones técnicas al nivel que deberían estar. Eran preguntas complejas, algunas me sorprendieron por la dificultad. La evaluación fue técnica, y una vez pasado ese filtro, por el número de candidatos, entró el factor de la tómbola. Los tres comités me declararon idóneo y en la tómbola quedé en dos: en el Ejecutivo y en el Judicial”.

(P): ¿Dónde podemos encontrar más información sobre lo que está realizando? ¿En qué redes sociales? Y muy importante, ¿de qué color es la boleta y qué número tiene?

(IGG): La boleta es de color rosa y es el número 16 . En redes sociales me pueden encontrar en Facebook, Instagram, TikTok, YouTube, y en el sistema Conóceles bajo el nombre Iván Güereña.

Fuente: Tribuna

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