Ciudad de México.- La mayor parte de la dieta de los mexicanos está basada en el pollo, esta carne es consumida frecuentemente a nivel mundial, ya que posee varios atributos que la convierten en una opción saludable, pero ¿hasta qué punto es cierto esto?
De acuerdo con datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, la carne cruda de esta ave puede ser portadora de bacterias como:
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- Campylobacter o Bacteria Curva: Puede causar diarrea en los humanos.
- Salmonella: Causa náuseas, vómitos, dolor abdominal, fiebre, dolor de cabeza y en ocasiones extrañas diarrea con sangre.
- Clostridium perfringens: Provoca dolor abdominal intenso y diarrea acuosa.
Dejar al pollo poco cocido o en sus jugos puede generar que estas bacterias logren entrar al organismo de los seres humanos, lo que terminaría provocando una intoxicación alimenticia. Para evitar este tipo de situaciones puedes seguir los siguientes pasos:
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- Coloca el pollo en un recipiente cerrado para que sus jugos no entren en contacto con otros alimentos en el refrigerador.
- Lava tus manos con abundante agua y jabón durante 20 segundos antes y después de tocar el pollo.
- Evita lavar el pollo crudo. Esto podría provocar que los jugos del animal se propaguen por toda la cocina, lo que contaminará tus utensilios.
- Siempre utiliza la misma tabla, plato o recipiente para colocar el pollo crudo.
- El pollo deberá ser cocinado a 165°F para eliminar completamente las bacterias anteriormente mencionadas, puedes ayudarte de un termómetro de alimentos.
- Si notas que el pollo que estás por comer no está completamente cocido, devuélvelo a la estufa hasta que estés 100 por ciento seguro.
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Recuerda que tu salud y la de tu familia son lo más importante, ninguna precaución es exagerada con tal de protegerlos.
Fuentes: Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan,