Ciudad de México.- El mole es uno de los platillos mexicanos con más tradición de la gastronomía nacional, existen diferentes variedades y colores, desde el típico café, hasta presentaciones más especiales como el blanco o el verde.
El mole colorado, también conocido como pipián, es originario del estado de Oaxaca, y está preparado a base de pepitas de calabaza, chiles verdes, especias y algunas hierbas aromáticas verdes.
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El mole verde tiene diferentes formas de preparación en muchos estados de la República, por ejemplo, en Guerrero, Chilpancingo y Tixtla se condimenta con hierba santa, lengua de vaca y tomate verde.
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Mientras que en Michoacán se le agrega ajonjolí, pimienta y clavo de olor para obtener su increíble textura y delicioso sabor; sin duda alguna una de las recetas más extravagantes del mole verde se realiza en Orizaba, Veracruz, en esta entidad, se trata de un guiso caldoso al cual se agregan varias verduras vedes como el chayote, ejote y la calabaza.
Este platillo suele acompañar al pollo o a la carne y es generalmente preparado para celebraciones especiales como, fiestas patronales, cumpleaños e incluso bodas.
Fuente: Larousse Cocina