Roma, Italia.- Cuando se dio la noticia de que en México llegaría la vacuna Sputnik V, muchas personas estuvieron en contra de ello, incluyendo a comunicadores de la talla de Gustavo Adolfo Infante, quien se quejó por medio de redes sociales de que no traerían las 'buenas' al país.
Esta situación no se dio únicamente en México, puesto gran parte de la comunidad científica advirtió constantemente a la población sobre los beneficios de usar las vacunas, sin importar el país o laboratorio que las hubiera desarrollado. Esto no fue bien visto por la iglesia católica, quiénes según datos de la BBC, ha advertido a sus feligreses a prestar atención sobre cuál inyección les aplicará, ya que según ellos, algunas estarían vinculadas con el aborto.
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La razón de esta problemática, surge a raíz de que algunas vacunas fueron desarrolladas a partir de líneas celulares, mismas que se crean en laboratorios por medio de tejido originario, el cual pertenece a dos fetos abortados hace varios años de forma totalmente legal.
A finales del 2020, la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano, realizó un comunicado en el que advertía: 'cuando no haya vacunas del nuevo coronavirus éticamente irreprochables, será moralmente aceptable recibirlas'.
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Esta posición de la iglesia católica esta directamente relacionada en el uso de las líneas celulares y de qué tanto se dependió de ellas durante el desarrollo de la vacuna. Este hecho fue evidente cuando la Arquidiócesis de Nueva Orleans en Estados Unidos, calificó a las vacunas de Pfizer y Moderna como aceptables, ya que aunque se utilizaron lineas celulares, no dependieron enteramente de ellas para su elaboración.
Fuentes: BBC, Pixabay