Ciudad de México.- El pasado febrero, el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) informó de la existencia de siete versiones diferentes del Covid-19 en toda la República Mexicana, de las cuales, la variante B.1.1.222 es la más común entre los contagios activos.
En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) mostró especial interés en esta nueva cepa debido a que es la responsable del 80 por ciento de los infectados, por lo que la clasifica como una variante de interés.
Te podría interesar
Esta mutación tiene más de mil 251 secuencias, sin embargo, solo unas cuantas son las que puede ser un peligro para la salud del organismo, debido a que ya no solo se trata del SARS-CoV-2 sino que también es la combinación de otros patógenos que cambian genéticamente con regularidad.
A pesar de que esta modificación B.1.1.222 del virus fue identificada por primera vez en México, la Secretaria de Salud, pide que no se le defina como una variante mexicana, ya que la adaptación de las partículas es totalmente normal.
Esta variante es la acumulación de cambios en el genoma del virus con respecto al original, ocasionados por diversos procesos de adaptación y que confieren características diferentes que pueden tener impacto en la salud pública'', aseguran los expertos
La cepa ya ha salido localizada en Estados Unidos, Canadá, Europa y África, pero no despierta gran preocupación pues representa un porcentaje minino de personas enfermas por B.1.1.222 en estos países.
Para las autoridades mexicanas, una de las razones por las que se han encontrado más casos de esta variante en el país, es que se trata de una modificación con mayor transmisibilidad, lo que no significa que sea potencialmente peligrosa como el caso de las cepas localizadas en Gran Bretaña, Sudáfrica y Brasil.
Fuente: El Universal