Madrid, España.- Antes del Covid-19 las personas podían reunirse de forma masiva en conciertos, plazas, cines y más, podían oler el pasto mojado o disfrutar de un rico vaso de leche y saber qué estaba en buen estado. Las parejas permanecían juntas, porque tenían otras actividades, además de estar en casa, pero todo eso cambio.
Varias personas al rededor del mundo se contagiaron de Covid-19, cierto porcentaje perdió el olfato, para no volver a recuperarlo, pacientes como Elena Bonilla, de España, tuvieron que recurrir a tratamientos para volver a oler, aunque las cosas ya no tienen el mismo aroma, ahora el café huele a pan tostado, según sus propias palabras.
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Las parejas comenzaron a separarse, porque debían permanecer encerradas durante el confinamiento y esto era la receta perfecta para que las amor se fracturara, ahora el estrés y el temor imperan, algo que afecta a las relaciones íntimas, según palabras de Justin Lehmiller, investigador del Instituto Kinsey de Estados Unidos.
Por otro lado, los niños comenzaron a tener un retroceso en su comportamiento, según datos de la Universidad de Bristol, los menores de ocho años comenzaron a hacer rabietas similares a las de los infantes de dos años, pero esto también se presentaba en los adolescentes.
Miles comenzaban a sumergirse en una ola de depresión y ansiedad provocada por la angustia del virus. Según información de la revista Nature, el nuevo coronavirus trajo la oportunidad perfecta para que los científicos sociales investigaran el comportamiento humano de forma masiva y todos los casos anteriormente citados han venido a confirmarlo.
Fuentes: CNN, Daily Mail, BBC, Nature