Michigan, Estados Unidos.- Imagina que estás a punto de preparar la comida, pero de pronto tu hijo de 4 años comienza a hacer una rabieta monumental. Lo primero que mucho padres de familia pensarían en hacer sería en darles a sus pequeños sus teléfonos celulares para que vean algún video infantil en YouTube, muchos otros quizás los sentarían frente al televisor y les pondrían alguna película de Disney; mientras algunos más les pondrían algún juego recreativo en una tablet, pero la realidad es que estarían cometiendo un error.
Hace algunas décadas, hubo varios padres de familia que se manifestaron como opositores de las pantallas e incluso impedían que sus hijos pasarán más de dos horas frente al televisor, pero en estas épocas es prácticamente imposible hacer que los pequeños se encuentren con algún dispositivo que les dé pase libre para disfrutar de cualquier tipo de contenido, tal y como se ejemplificó en el párrafo anterior.
Y aunque suene a una creencia completamente arbitraria, la realidad es que existe una razón científica por la que deberías evitar calmar las rabietas de tu niño con cualquier tipo de pantalla. Según información de la doctora Jenny Radesky, quien es especialista en el área de la pediatría conductual del desarrollo, tranquilizar a los niños mediante el uso de dispositivos potenciaría la respuesta reactiva de los menores, es decir, únicamente provocaría que hicieran más berrinches de lo que regularmente harían.
Incluso aumentando ligeramente la reactividad emocional de un niño, eso solo significa que es más probable que cuando surja una de esas frustraciones diarias, es más probable que tenga una reacción más grande
Para llegar a esta conclusión, un equipo de científicos de la Universidad de Medicina de Michigan estudio la respuesta de 422 padres y tutores para determinar qué tan seguido recurrían al uso de dispositivos para distraer a menores de entre 3 a 5 años, en un periodo de seis meses. En este lapso, los cuidadores recurrieron a las pantallas digitales en diversas ocasiones y aquellos menores que tuvieron mayor acceso demostraron tener problemas de desregulación emocional.
El estudio, que fue publicado a través de la revista JAMA Pediatría, sugiera que recurrir a los dispositivos como un medio de regulación emocional para los niños podría resultar contraproducente: "Si su estrategia de acceso es distraerlos o hacer que se callen mediante el uso de medios digitales, entonces este estudio sugiere que eso no los está ayudando a largo plazo", concluyó la experta.
Fuentes: Tribuna