Washington, Estados Unidos.- Existe un dicho que reza 'somos lo que comemos' y parece ser que no se encuentra demasiado lejos de la realidad. Recientemente, un equipo de científicos descubrió que existen una serie de alimentos que pueden incrementar las posibilidades de la aparición de demencia entre las personas; sin embargo, esto puede disminuir siempre y cuando alteres tu dieta, ¿quieres saber de qué se trata? Entonces, no dejes de leer.
De acuerdo con información de Mayo Clinic, el término de demencia se utiliza para describir un conjunto de síntomas que afectan a la memoria, el pensamiento y las habilidades sociales de las personas, en caso de ser lo suficientemente graves, pueden llegar a causar efectos negativos entre quien la padece, así como en los familiares del paciente. Si bien no se trata de una enfermedad específica, sí hay varios afecciones que la provocan, un ejemplo de ello es el Alzhéimer.
Según información de un estudio publicado durante la jornada de este lunes, 5 de diciembre, en la revista científica, JAMA Neurology, los alimentos ultraprocesados podrían aumentar la posibilidad de padecer demencia. Entre los la comida mencionada en el estudio resaltan: pizza congelada, comida instantánea, papas fritas, hamburguesas, refrescos, galletas, pasteles, dulces, donas, helados, entre otras cosas.
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De acuerdo con el estudio la comida ultraprocesada afecta a la parte del cerebro encargada del funcionamiento ejecutivo, es decir, daña a la capacidad de procesar información y tomar decisiones acertadas. Según el análisis, la comida chatarra aceleró el deterioro cognitivo global un 28 por ciento más rápido en comparación de quienes consumen frutas, verduras y alimentos con granos integrales, entre otras cosas.
Según información del doctor David Katz, el estudio no estaba diseñado para probar la causa y efecto de los alimentos chatarra en la aceleración del deterioro cognitivo; sin embargo, la muestra sustancial brindó una pista de que esto podría ser así, por lo que es necesario realizar un estudio con más extenso que recabe pruebas conclusivas con respecto al nivel de daño que la comida chatarra puede causar en el cerebro.
Fuentes: Tribuna