Ciudad de México. - En una época donde la palabra "multiverso" está de moda, es oportuno explorar un universo único: la infancia de Rafael Sánchez Navarro. Proviene de un linaje excepcional en el mundo del entretenimiento en México, los Fábregas.
Aunque fue un niño normal que andaba en bicicleta y jugaba en las calles, existía otro Rafael inimaginable que ocupaba su lugar en la dulcería del Teatro Manolo Fábregas. Su padre, a veces en la taquilla contando billetes, era una figura enigmática para Rafael, mientras las bailarinas le invitaban al camerino. El actor, ahora con 65 años de edad, celebra 45 años de destacada carrera no solo en teatro sino también en cine y televisión.
"Tenía 12 años, mi padre estaba haciendo El violinista en el tejado, yo estaba en la dulcería y llega el Presidente a comprar unos chocolates y dos Coca-Colas. Le dije: ‘yo lo atiendo’. Le doy lo que pidió y cuando se iba le digo: ‘señor, perdone, pero son 18 pesos...’", recuerda Rafael. Su padre disfrutaba de esta anécdota, diciendo: "Ese día me di cuenta de que mi hijo no se iba a morir de hambre". El presidente le pagó y Rafael se quedó con la propina, un billete de 20 pesos.
Como hijo del legendario actor Manuel Sánchez Navarro y nieto de Manolo Fábregas, Rafael Sánchez Navarro ha llevado consigo una gran responsabilidad en su carrera, pero también un profundo respeto por el legado familiar. Cuando se le preguntaba si competía con su padre, Rafael siempre respondía: "No hay nadie que pueda competir con él". Siguió los pasos de su padre con orgullo y admiración, reconociendo que vivieron momentos diferentes y se centró en ser su propia figura en el mundo del entretenimiento.
A lo largo de su carrera, Rafael ha trabajado tanto en teatro como en cine y televisión, destacándose en cada medio. Como espectador, disfruta del teatro, aunque no es amante de los estrenos, ya que se aburre rápidamente. Para él, lo más importante es el equipo con el que trabaja, y ha tenido la suerte de colaborar con personas talentosas de las que ha aprendido.
Cuando se le pregunta si hay algún proyecto del que se arrepienta, Rafael admite que sí, pero prefiere no mencionarlos para no perjudicar a quienes lo invitaron de buena fe. Sin embargo, destaca que ha tenido la suerte de trabajar en proyectos muy exitosos a lo largo de su carrera.
Respecto a su vida privada, Rafael es celoso de mantenerla en resguardo. En una época en la que la privacidad es un bien preciado, él se enfoca en su trabajo y prefiere no abrir la puerta a intromisiones en su vida personal.
Además de su carrera en el entretenimiento, Rafael tiene otras pasiones, como el billar y la música. Tiene una mesa de billar en casa y, antes de la pandemia, solía jugar regularmente. También disfruta de la música y ha estado trabajando en un proyecto musical, tocando varios instrumentos y componiendo canciones que planea subir a Spotify.
Finalmente, tras 45 años de carrera en el mundo del espectáculo, Rafael Sánchez Navarro siente gratitud hacia el público que lo ha apoyado a lo largo de los años. Además, valora las amistades que ha hecho en la industria y se siente agradecido por haber conocido a gente maravillosa en medio de la competencia y la falsedad que a veces prevalecen en el mundo del entretenimiento.
Fuente: Tribuna