Ciudad de México.- La diabetes es el resultado de la resistencia a la insulina, resultado de una disfunción de esta hormona que ayuda a regular el azúcar en sangre a valores normales en el cuerpo. Esta disfunción mantiene alta la glucosa en la sangre. Es a partir de este momento que puede aparecer la diabetes.
Estos son los dos tipos de diabetes conocidos:
- En la diabetes tipo 1 (más rara), el paciente ya no secreta insulina. Se dice que la persona es insulinodependiente. Esta diabetes suele afectar a personas desde una edad muy temprana.
- En el caso de la diabetes tipo 2 (mayoritaria) afecta a personas en una edad más avanzada. La gente todavía secreta insulina, pero es mucho menos efectiva.
Medidas preventivas:
1.- Reconocer los signos de la prediabetes
Esta condición comienza unos 10 años antes de la enfermedad real. El nivel de azúcar en sangre es entonces superior a lo normal (fijado en 1.05 g/l). Esta alteración del sistema de regulación del azúcar en sangre debe tenerse en cuenta muy en serio lo antes posible, porque afortunadamente se puede corregir.
Señales que deben alertar
- Una circunferencia de cintura superior a 80 centímetros para mujeres y 100 para hombres.
- Antecedentes familiares (padres o abuelos).
- Somnolencia después de las comidas.
- Mareos o malestar con sudores fríos.
- Sensación de hambre poco después de levantarse de la mesa.
- Antojos y ganas de comer entre horas.
2.- Prevenir la diabetes evitando el gluten
Estigmatizamos con razón los azúcares y las grasas malas en la diabetes y la prediabetes porque modifican negativamente la ecología bacteriana y desequilibran la microbiota. A estos factores de riesgo hay que sumar también el consumo excesivo de gluten, que se encuentra principalmente en panes. Al adherirse al tracto digestivo, el gluten desestabiliza nuestra flora intestinal.
3.- Elige alimentos con bajo índice glucémico
El índice glucémico, específico de cada alimento, clasifica los carbohidratos según su capacidad para elevar el azúcar en sangre. Por lo tanto, aquellos que lo hacen aumentan considerablemente y durante mucho tiempo tienen un IG alto. Aquellos que se digieren lentamente y tienen poca influencia sobre el azúcar en sangre tienen un IG de moderado a bajo
4.- Realiza un análisis de tu nivel de azúcar en sangre
Consulta inmediatamente a su médico de cabecera para realizar una prueba de azúcar en sangre en ayunas, así como una medición de hemoglobina glucosilada. Este valor ofrece una visión retrospectiva de los niveles de azúcar en sangre de los tres meses anteriores al examen. También puedes adquirir un glucómetro para realizar el autocontrol.
5.- Ejercítate
¡Rompe el estilo de vida sedentario! Practica al menos 50 minutos de ejercicio físico, tres veces por semana, y además reequilibra tu dieta. El hígado también es un importante regulador de los niveles de azúcar en sangre. El sedentarismo favorece que este órgano se inflame y se intoxique.
Fuente: Tribuna