Estados Unidos. - En medio de la expectativa por la próxima entrega de Scream 7, la noticia del despido de la actriz mexicana Melissa Barrera ha generado controversia. La decisión se produjo después de que Barrera expresara públicamente su apoyo a Palestina en el contexto del conflicto entre Israel y Hamás, comparando la situación en Gaza con un campo de concentración.
Ante la sorpresa de los fanáticos y la creciente especulación en torno a la repentina salida de Barrera, el director de la película, Cristopher Landon, se vio obligado a abordar el tema. A través de su cuenta de Twitter, Landon publicó un breve mensaje en el que se desvinculaba de la decisión, afirmando que no tuvo participación en el despido de Barrera y expresando su descontento con la situación. Sin embargo, minutos después, el mensaje fue eliminado, dejando a los seguidores con más preguntas que respuestas.
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La empresa detrás de Scream 7, Spyglass Media Group, asumió la responsabilidad pública del despido de Barrera. Emitieron un comunicado explicando que la decisión se basó en la política de "tolerancia cero" hacia el antisemitismo o cualquier forma de incitación al odio. Hicieron hincapié en que no tolerarían referencias falsas al genocidio, la limpieza étnica o la distorsión del Holocausto, considerándolo discurso de odio.
En su cuenta de Instagram, Melissa Barrera compartió su perspectiva sobre el conflicto Israel-Palestina. Denunció la falta de visibilidad que los palestinos reciben en los medios de comunicación occidentales y expresó su búsqueda activa de información sobre el lado palestino del conflicto. Barrera destacó la censura percibida en las redes sociales, señalando que su página de descubrimiento en Instagram se enfocaba únicamente en mostrar el lado israelí. La actriz hizo hincapié en la conciencia de los palestinos sobre la larga historia de intentos de invisibilización a la que han sido sometidos.
La controversia en torno al despido de Barrera ha generado reacciones mixtas en las redes sociales. Algunos fanáticos expresaron su apoyo a la actriz, resaltando la importancia de la libertad de expresión y la necesidad de discutir temas complejos como el conflicto en Oriente Medio. Otros, sin embargo, respaldaron la decisión de Spyglass Media Group, destacando la sensibilidad del tema y la responsabilidad de las figuras públicas al abordar asuntos políticos delicados.
Además del director, incluso el icónico villano de la película, Ghostface, emitió un comunicado simple pero elocuente en la cuenta oficial de la película, expresando estar:
Con el corazón roto
Este gesto simbólico indica que la controversia ha trascendido los límites del elenco y ha afectado el ambiente general de la producción. En este punto, la incertidumbre rodea no solo el futuro de Scream 7 sino también el de Melissa Barrera, quien, a pesar de la polémica, ha mantenido su posición y ha abierto un diálogo sobre la representación mediática y la censura percibida en torno al conflicto Israel-Palestina.
Fuente: Tribuna