Ciudad de México.- El tiempo marca la piel. Se hunde, se forman arrugas y líneas finas, las manchas marrones se vuelven más visibles. Este es un fenómeno normal y sin embargo, algunas personas quieren retrasar un poco sus efectos. Se trata de adoptar un estilo de vida saludable y una rutina de cuidado de la piel adecuada, incorporando ácido hialurónico, retinol o incluso vitamina C. También pueden influir los pequeños gestos cotidianos, como elegir una almohada llamada anti-aging.
Pero todo esto no siempre es suficiente y algunos deciden entonces recurrir a la medicina o a la cirugía estética. Existe una amplia gama de procedimientos médicos destinados al antienvejecimiento. En concreto, hemos oído hablar mucho de las inyecciones de ácido hialurónico, cuyo objetivo es rellenar las arrugas, o de la cirugía y el famoso lifting facial. Pero existe una técnica, un poco menos conocida, que consiste en utilizar hilos colocados debajo de la piel para tensar el rostro.
- Hilos tensores: ¿en qué consiste esta técnica para rejuvenecer el rostro?
La finalidad de los hilos tensores es tirar de la piel del rostro, tensándola, para darle un aspecto más juvenil. El cirujano vendrá y hará una microincisión bajo anestesia local y luego colocará un hilo que tiene un cierto número de muescas. Estos bordes ásperos se levantan, un poco como escamas. Se pasa el hilo por toda la zona a tratar, tiramos en la dirección opuesta, lo que tensa la piel.
- Hilos absorbibles o permanentes, ¿cuál es la diferencia?
Existen dos tipos diferentes de hilos, los llamados reabsorbibles y los llamados permanentes. Como habrás comprendido, la principal diferencia radica en su duración y la forma en la que se eliminan, o no. Los primeros desaparecerán por sí solos en la piel, "comidos por el cuerpo". Los llamados cables permanentes pueden permanecer colocados indefinidamente o retirarse si causan algún problema.
- ¿A qué edad podemos utilizar hilos tensores?
Es una cuestión de exigencia del paciente y de anatomía. A los 35 años, podemos levantar los pómulos caídos o las cejas, regular un problema anatómico. Para un efecto antienvejecimiento será más probable a partir de los 40 años. Los efectos de los hilos tensores se sitúan un poco a medio camino entre la inyección, que no tensa la piel sino que enmascara las arrugas y las rellena, devolviendo los volúmenes, y la cirugía que consiste en cortar el exceso de piel para volver a tensarla. Esta técnica se recomienda generalmente para mujeres que no obtendrán resultados suficientes con las inyecciones pero que no desean someterse a una cirugía.
Fuente: Tribuna Sonora