Sao Paulo, Brasil – El pasado martes 7 de noviembre, la popular influencer brasileña Luana Andrade perdió la vida a los 29 años mientras se sometía a una liposucción en un hospital privado de Sao Paulo.
Andrade, conocida por su exitosa carrera como modelo y conductora, había decidido someterse a una cirugía plástica para mejorar su apariencia. Sin embargo, durante el procedimiento, la joven sufrió una embolia pulmonar que resultó fatal.
El hospital emitió un comunicado confirmando el trágico fallecimiento de Andrade. Según el comunicado, dos horas y media después de iniciar la operación, el corazón de la influencer se detuvo, desencadenando una serie de esfuerzos médicos para salvar su vida.
Los médicos, enfrentándose a la crítica situación, interrumpieron la extracción de grasa para brindar atención urgente a Luana Andrade. Fue trasladada a la unidad de cuidados intensivos, donde se realizaron análisis y se aplicó un tratamiento hemodinámico, lamentablemente sin éxito.
El representante de la influencer reveló que Luana ya se había sometido a cirugías plásticas previas, incluyendo una operación en el abdomen, y que la liposucción incluía la intervención en las piernas. La tragedia ocurrió durante la extracción de grasa de las rodillas.
Hasta el momento, la familia de Luana Andrade no ha emitido declaraciones sobre la dolorosa pérdida. La joven contaba con una gran presencia en redes sociales, con más de 500 mil seguidores en su cuenta oficial de Instagram. Además de su carrera en el mundo del entretenimiento, Andrade recientemente incursionó como empresaria al lanzar su propia marca de ropa.
La noticia del fallecimiento impactó a sus seguidores, amigos y allegados. Su pareja, el también influencer Joao Hadad, se despidió de ella con un emotivo mensaje, mientras que se destaca la amistad que mantenía con el reconocido futbolista Neymar Jr.
El trágico desenlace de Luana Andrade deja un vacío en la comunidad de influencers y sus seguidores, recordándonos la importancia de la seguridad y precaución en procedimientos médicos, incluso los considerados rutinarios.
Fuente: Tribuna