Ciudad de México.- Es uno de los problemas de la piel más comunes en invierno, rojeces aparecen en nuestra cara, siendo en ocasiones muy coloradas y persistentes, incluso cuando adoptamos la rutina de cuidado facial perfecta para nuestro tipo de piel cuando hace frío. Y con razón, ante la adversidad de las temperaturas exteriores, nuestro cuerpo entra en modo de supervivencia y la circulación sanguínea favorece a nuestros órganos vitales, en detrimento de nuestra piel.
Resultado: las pequeñas venas del rostro están más sensibles y se dilatan, provocando la aparición de enrojecimiento. Un color brillante que perjudica la uniformidad de la tez, y con el que no es fácil lidiar a la hora de maquillarnos, ya que el rubor rosa tiende a acentuar este problema.
¿Quieres maquillarte y no sabes qué colorete usar para atenuar la rojez en tu rostro? ¿Por qué no intentas con el tono albaricoque? Es un tono de rubor ideal que recomienda para pieles con rojeces. Las maquilladoras explican que se debe apostar por un colorete en color naranja. Esta no es la única ventaja de este delicado tono de rubor naranja cuando se usa en los pómulos en invierno. El tono albaricoque también es un color "efecto de brillo saludable", que tiene la ventaja de tener una textura ultra fácil de aplicar y que no marca la piel seca.
- ¿Cómo aplicar el colorete?
En cuanto a dónde aplicar el colorete, seamos sencillos: hay muchas formas de afinar y ahuecar el rostro, pero el método "tradicional" sigue siendo el mejor y el menos "peligroso" (hay que reconocer que los errores de maquillaje debidos al colorete suelen ser desastrosos). Frente al espejo, esboza tu mayor sonrisa (exagerando), da unos golpecitos en la mano para retirar el exceso de colorete, coloca la brocha en la parte redondeada del pómulo y súbela ligeramente (¡he dicho ligeramente!) hasta la sien. El material principal debe estar bien colocado en la mejilla y el resto más difuminado, ¡así que olvídate de la gran línea de color! Que sea ligero: tiene que parecer que acabas de volver de dar un paseo al sol y al aire libre. Esta aplicación es totalmente retro, se remonta a los años 30, cuando el colorete se aplicaba bajo los pómulos; fue entonces cuando se empezó a esculpir y resaltar el rostro.
Fuente: Tribuna Sonora