Franja de Gaza.- Las acusaciones de violaciones masivas presuntamente perpetradas por combatientes de Hamas contra mujeres y hombres israelíes han aumentado en los últimos veinte días. A la cabeza de los acusadores, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el presidente estadounidense, Joe Biden, señalan con el dedo "agresiones y violencia sexuales". El movimiento islamista, por su parte, rechaza cualquier sospecha de tales crímenes de guerra. Naciones Unidas está bajo fuego del gobierno israelí y de campañas proisraelíes de "inacción" y "silencio", mientras la organización asegura que busca llevar a cabo su investigación. El 12 de diciembre, un grupo bipartidista de unas tres docenas de senadores estadounidenses instó a las Naciones Unidas a abrir una investigación independiente sobre lo que llamó un "creciente conjunto de pruebas".
En Israel, Benjamin Netanyahu habló el 6 de diciembre de casos de agresiones sexuales y violaciones crueles. Varios días antes, la policía criminal israelí informó que la mayoría de los (presuntos) crímenes se habían cometido en el lugar de la fiesta rave, celebrada el día de la Operación Inundación de Al Aqsa, el 7 de octubre. Un jefe de una unidad de policía criminal anunció entonces que se estaba llevando a cabo una investigación, basada en particular en imágenes de videovigilancia, pruebas médico-legales, pruebas de ADN, testimonios de socorristas y supervivientes, así como interrogatorios de los atacantes palestinos detenidos tras la masacre.
En Estados Unidos, el presidente estadounidense Joe Biden llamó el 5 de diciembre a "condenar enérgica e inequívocamente la violencia sexual cometida por los terroristas de Hamás". El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller, estimó incluso que las mujeres rehenes de Hamás también fueron violadas.
Sabemos que entre los aproximadamente 140 israelíes que aún están cautivos, hay al menos veinte mujeres civiles y militares israelíes. "Una de las razones por las que ellos (los combatientes del movimiento islamista) se niegan a liberar a estas mujeres es que no quieren que cuenten lo que les está diciendo que ocurrió durante su detención", Dijo Miller. "Estados Unidos no tiene ningún motivo para dudar" de las informaciones sobre la violencia sexual atribuida a Hamás, añadió, sin corroborar sus declaraciones con pistas o pruebas.
Por parte de la ONU, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, afirmó el 6 de diciembre que "las formas atroces de violencia sexual deben ser objeto de investigaciones exhaustivas", destacando que "debemos garantizar que se haga justicia". "Hay acusaciones muy, muy graves y hay que investigarlas y documentarlas adecuadamente", insistió. Y subrayar que ya había propuesto a las autoridades israelíes "desplegar un equipo (de la ONU) para supervisar, documentar e investigar las cuestiones relativas a los horribles ataques contra los israelíes".
Fuente: Tribuna