Ciudad de México.- Lee Redmond entró en el Libro Guinness en 2003 como la propietaria de las uñas más largas del mundo. La estadounidense murió a la edad de 82 años, el 14 de diciembre; así se anunció en un comunicado de prensa el famoso libro de los récords. Fue en 2003 cuando la residente de Salt Lake City, Utah, madre de tres hijos, reveló al mundo sus uñas de gran tamaño, que no se había cortado desde 1979.
Era un desafío, reveló a la prensa: quería ver qué pasaría con ellas si dejaba de cortarlas. Y a diferencia de otras personas que también las dejaban crecer indefinidamente, las garras de Lee Redmond mantuvieron un camino suave y desenredado. Cuando se presentó al público hace 20 años, sus uñas superaban los siete metros, lo que le dio a Lee Redmond el récord mundial por las uñas más largas. Cuando en 2008 se volvieron a medir sus uñas, que siempre lucía con un esmalte dorado, alcanzaron 8.65 metros, relata el libro Guinness en su texto homenaje.
En su momento, ella explicó que mantenía sus uñas todas las mañanas con aceite de oliva tibio, así como cepillo de dientes y endurecedor de uñas. Explicó que esta característica física no le impedía en ningún caso hacer una vida diaria normal. Dijo que podía conducir, preparar té, lavar los platos, pero también usar su teléfono celular y cortar el cabello a sus hijos, así como cuidar a su esposo, quien padecía la enfermedad de Alzheimer, según lo que contaba en vida.
Según un médico, citado en el libro Guinness, si la estadounidense se hubiera encontrado atrapada en un búnker en el momento de un ataque nuclear, ella podría haberse comido las uñas para sobrevivir. De hecho, el doctor estimó que estos contenían suficientes nutrientes para permitirle permanecer confinada durante tres meses.
El editor jefe de Guinness World Records rindió homenaje a la octogenaria, que participó en numerosas conferencias para promover la autoaceptación y dio charlas sobre este tema en las escuelas. "Gracias, Lee, por desempeñar un papel clave en la historia de Guinness World Records y enseñarnos la importancia de la tolerancia y la aceptación".
Está bien ser diferente, siempre y cuando no lastimes a nadie", solía decir Lee.
Fuente: Tribuna Sonora