Ciudad de México.- El día de hoy, el mundo de la literatura y del periodismo se vistió de luto por el fallecimiento de la querida conductora de Canal Once, Cristina Pacheco, y una de las cosas que más se mencionaron a través de X (red social antes conocida como Twitter) es que la conductora de Diálogos se reunió por fin con el gran amor de su vida, el escritor de Las Batallas en el Desierto: José Emilio Pacheco.
Cristina Romo Hernández (nombre de soltera de la querida conductora) conoció a José Emilio Pacheco cuando ambos estaban estudiando la licenciatura; Carlos Monsiváis los presentó. Según informes, desde el primer instante, la pareja tuvo una gran conexión, puesto platicaron durante horas sobre su amor por las letras, lo que los llevó a notar que tenían muchas cosas en común, esto provocó que ambos formaron una linda amistad.
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El vinculo que los escritores tenían no tardó en convertirse en amor, por lo que tiempo después decidieron mudarse a vivir juntos. En aquel entonces, Cristina estaba luchando por convertirse en escritora, por lo que José Emilio Pacheco solía motivarla a continuar con su pasión, tal y como la propia literata mencionó en una entrevista para El Universal hace varios años, en la cual resaltó que él nunca le dio instrucciones para escribir sus propias obras.
“Él nunca quiso ser maestro de nada, aunque lo fue de muchas cosas, pero sin proponérselo, pero él me enseñó algo que yo sabía, pero lo enseñó todavía más, el sentido que tiene el trabajo, él me decía ‘aunque nadie te lea, si tú eres feliz haciendo eso y crees que eres honesta, sigue haciéndolo, toda la vida, cuando te dé la gana’”.
Para el año 1961, José Emilio Pacheco y Cristina Pacheco contrajeron nupcias y más tarde tuvieron a sus hijas, Laura Emilia y Cecilia. Si bien, poco se supo sobre su relación, puesto ambos eran sumamente herméticos, lo cierto es que la propia Cristina dejó entrever la ternura que existía en su matrimonio dos años después de que el autor de el Viento Distante perdiera la vida, a través de su obra Eterno Viajero.
En su historia, Cristina relató que, cuando José Emilio salía de viaje, ambos solían escribir un diario que llenaban de anécdotas para compartirlas entre sí, una vez que volvían a estar juntos; sin embargo, la parte que demostró el verdadero dolor de la escritora fue en la sección final del escrito: “Bajé a la cocina para hacer café. Aunque no lo creas resulta muy difícil y requiere de cierto valor preparar una sola porción de lo que sea cuando siempre has hecho dos.”. Es gracias a estas declaraciones que el mundo entero supo el gran amor que existía entre estos dos exponentes de la literatura.
Fuentes: Tribuna