Ciudad de México.- La Natividad de Jesús es seguramente el momento más alto y significativo del calendario cristiano. Cada año, este milagro se renueva con la promesa de salvación. Las estatuas del Niño Jesús que nos miran desde los pesebres de las iglesias, de las plazas y de nuestras casas, nos hablan de un misterio maravilloso y solemne, el sueño de una Virgen visitada por un ángel, a quien se le pidió que se convirtiera en madre de Jesús; de un padre que juró proteger a este niño que no era suyo; Pastores y reyes que venían de muy lejos para rendir homenaje a un bebé recién nacido que afrontaba su primera noche en un pesebre, calentado por el aliento de un buey y un burro.
Los evangelistas Lucas y Mateo transmitieron los eventos relacionados con la Natividad con algunas diferencias sustanciales, pero su significado más profundo sigue siendo el mismo para los creyentes. La estatua del Niño Jesús se convierte en el corazón ardiente y luminoso de una decoración que cobra vida y cuenta la misma historia, año tras año, y cada vez nos encanta y nos conmueve y nos recuerda a nosotros mismos, a los valores auténticos, a lo que realmente importa y que, por desgracia, a menudo perdemos de vista, dejándonos llevar por la rutina y el frenesí de la vida moderna.
Personajes del Nacimiento y su significado:
- María: Fidelidad y amor a Dios. Mujer comprensiva y llena de bondad.
- José: Representa la obediencia y fortaleza.
- El niño Jesús: Es el guía espiritual.
- Pesebre: Sencillez y humildad.
- Ángel: Misericordia y amor.
- Tres reyes magos: A través de sus regalos inspiran la naturaleza real.
- Buey: A este animal se le asignó mantener caliente al pequeño Jesús, es una analogía de como los hombres deben procurar la calidez de su hogar.
- Pastores: Dejan ver la alegría, el servicio y la humildad.
- Ovejas: Son la prueba de la existencia de la obediencia y docilidad.
- Estrella: Representa la luz inagotable y la renovación. Su brillo esclarece las tinieblas y brinda esperanza.
La tradición comenzó con San Francisco de Asís en 1223, cuando se le ocurrió representar la llega de Jesús a este mundo, pero con personas y animales de verdad. Su idea tuvo un gran éxito y se extendió al ser adoptada por la Iglesia y los fieles creyentes.
Fuente: Tribuna Sonora