Ciudad de México.- ¿Eres de los que canta tu música favorita mientras te bañas? Bueno, debes saber que esta interpretación vocal es buena. Sí, sí, numerosos estudios lo demuestran: cantar en la ducha es bueno para la salud, la prueba en cinco beneficios insospechados. Más allá de ser divertida, esta práctica tiene el poder de transformarse en una experiencia terapéutica para el cuerpo y la mente.
- Es bueno para el estado de ánimo
Después de un día difícil y agotador, sólo necesitas cantar para sentirte mejor. Es normal. Esta actividad libera endorfinas, comúnmente conocidas como hormonas de la felicidad, que actúan como calmantes naturales para el estrés y mejoran positivamente nuestro estado de ánimo. Al emitir sonidos, nuestro cuerpo también libera serotonina, ayudando a reducir la ansiedad y crear una sensación de bienestar. El simple hecho de dar rienda suelta a tu voz en la intimidad del baño se convierte así en una terapia instantánea que te permitirá desterrar las preocupaciones cotidianas.
- Es muy beneficioso para la salud
Cantar en la ducha no es sólo una fuente de placer, sino que también es una práctica eminentemente beneficiosa para la salud. Cuando dejamos que se alce la voz en el baño, desencadenamos una cascada de beneficios fisiológicos y psicológicos. A nivel físico, el simple hecho de cantar estimula la circulación sanguínea, favorece una mejor oxigenación de las células e incluso fortalece el sistema inmunológico. Según un estudio publicado por Frontiers of Neuroscience, cantar también ayuda a reducir los niveles de cortisol. Además, este ejercicio vocal mejora la postura y fortalece los músculos respiratorios, contribuyendo a una mejor salud respiratoria.
- Es ideal para aprender a escucharse a uno mismo
Cantar en la ducha también es una invitación a escucharte a ti mismo con autenticidad. En la intimidad de este espacio cerrado, nuestra voz encuentra un eco particular, creando una conexión profunda entre nuestros pensamientos internos y la melodía cantada. Es, por tanto, un momento privilegiado para aprender a escucharnos a nosotros mismos, a prestar atención a nuestras emociones y a nuestros sentimientos.
La resonancia de nuestra voz en el baño se convierte en un canto introspectivo, permitiéndonos conectar con nuestro ser interior de una manera única. Cantar en la ducha se convierte así en una beneficiosa experiencia de autoescucha. A menos que tus paredes sean delgadas, en cuyo caso tus vecinos pueden haber cuestionado tus habilidades para el canto...
Fuente: Tribuna