Kenia.- Anteriormente, comprar ropa era considerado como algo ocasional y solo cuando era necesario renovar el guardarropa, pero hoy en día, ciertas tiendas digitales sobre producen prendas a nivel masivo, las cuales tienden a romperse rápidamente debido a que son de mala calidad y, en su mayoría, están hechas con poliéster plástico. Como consecuencia, tienden a ser desechadas de manera rápida y ¿a dónde van a parar estos productos?
La sobre producción de prendas trae como consecuencia una gran cantidad de deshechos que van a dar a países como Kenia, donde recientemente, la organización Clean Up Kenya y Changigs Markets Foundation decidieron romper el silencio y revelaron impactantes fotografías en donde se podían ver colinas de ropa, la cual está o demasiado sucia o demasiado rota como para volver a usarse, por lo que simplemente se queda acumulándose.
De acuerdo con algunos informes, Kenia recibe alrededor de 36 millones 640 mil 890 prendas, de las cuales, la mayoría viene de Europa, principalmente de Alemania, Polonia y Reino Unido. Dado a que es una gran cantidad de prendas es sumamente difícil reciclarlas en su totalidad, por lo que la mayoría se pudre, se ensucia y se rompe; mientras que otras más se utilizan para prender hogueras para cocinar alimentos, tostar cacahuate o calentar agua.
Esta situación fue denunciada por Betterman Simidi Musasia, fundador y patrocinador de Clean Up Kenia, quien declaró: "Fuimos a la Zona Cero del mundo de la ropa de la moda rápida para desenmascarar una horrible verdad: el comercio de ropa usada de Europa es, en gran medida y cada vez más, un comercio de residuos ocultos. Esto se conoce como colonialismo desecho y se supone que es ilegal.".
Ante esto, George Harding-Rolls, gerente de campaña, Changing Markets Foundation, declaró que es necesario que la "industria de la ropa cambie", por lo que propuso que se le impongan mayores límites y reglas: "La solución no es cerrar el comercio de ropa usada, sino reformarlo. No podemos reciclar para salir de este problema. En cambio esta industria necesita límites y reglas (...) No se puede permitir que las empresas de reciclaje se escondan detrás de sus promesas vacías y se les debe prohibir exportar ropa chatarra".
Fuentes: Tribuna