Estados Unidos.- A finales del pasado 2022 el nombre de la Inteligencia Artificial conocida como ChatGPT comenzó resonar por todo Internet, incluso se dijo que muchas personas temían por su llegada debido a que ayudaba a los estudiantes de hacer trama en los exámenes, a entregar trabajos como si ellos mismos los hubiesen escrito e incluso hubo quienes declararon que podría llegar a atentar contra el trabajo de redactores, trabajadores de servicio al cliente y hasta abogados.
Si bien, la misma empresa dueña de ChatGPT, conocida como OpenAI, ya salió a aclarar que su fin no es adueñarse de los trabajos de las personas, esto no exime el hecho de que el buscador por excelencia, Google, lo mire con recelo. Y es que, según algunos informes, los ejecutivos del gigante digital ya emitieron un código rojo, ya que, el temor de que la IA gane terreno entre los cibernautas se ha vuelto cada vez más latente.
Según algunos datos, el temor de Google radica en que ChatGPT se encarga de buscar información y dársela a los usuarios de una manera explicativa y prácticamente conversacional, a diferencia del buscador originario de Silicon Valley, el cual se encarga de proporcionar una lista de opciones en las que los internautas se encarguen de realizar su propia investigación y de recopilar la información que más los beneficie.
Y es que, si se ve en retrospectiva, sí parece que la aplicación de OpenAI las llevaría de ganar, ya que, al brindar la información directamente al usuario, evitaría que éste se exponga a los anuncios que Google inserta en diversos sitios web, lo que de alguna manera ayudaría a los usuarios a tomarse un respiro de ser bombardeados con publicidad constante en prácticamente cualquier lugar del ciberespacio.
Sin embargo, datos del medio Daily Mail indican que aún existe una resistencia por parte de la gente, debido a que ChatGPT se encarga de obtener información por medio de la web, por lo que hay quienes consideran que los datos brindados por la inteligencia artificial podrían ser manipulados y no serían del todo transparentes, lo que de alguna manera continúa generando dudas entre el público consumidor.
Fuentes: Tribuna