Estados Unidos.- Michael J. Fox es uno de los actores más queridos y reconocidos de la industria del entretenimiento, principalmente por su participación como el icónico 'Marty McFly' en la trilogía de Volver al futuro; si bien, en aquel entonces todo parecía indicar que el esperaba un brillante porvenir, la realidad es que su carrera se vio afectada por una terrible enfermedad degenerativa que le cambió la vida para siempre, se trata del mal de Parkinson.
El Parkinson es un trastorno del sistema nervioso que afecta el movimiento de las personas, lo que deriva en temblores, rigidez, lentitud y hasta en problemas de equilibrio. Lamentablemente este tipo de afección no tiene cura, pero existen tratamientos que pueden ayudar a aliviar los síntomas, lo que trae como consecuencia una notable mejora en la calidad de vida de los pacientes.
Michael J. Fox fue diagnosticado con el mencionado trastorno en el año 1991, cuando tenía solo 29 años. Al principio, ocultó su condición al público y siguió trabajando en películas y series, como Spin City, por la cual se convirtió en el ganador de un Globo de Oro; sin embargo, con el paso del tiempo, su enfermedad se hizo más evidente, lo que paulatinamente derivó en su retiro definitivo de la actuación.
En 1998, Fox decidió revelar su diagnóstico al mundo, lo que abrió paso a que se convirtiera en un activista dedicado a crear consciencia de esta enfermedad, así como también apoyó a las personas con mal de Parkinson. A su vez, creó la Fundación Michael J. Fox para la Investigación del Parkinson, que ha recaudado más de 1.000 millones de dólares para financiar proyectos científicos que buscan una cura para el trastorno.
Con el pasar de los años, Fox se ha mostrado cada vez más honesto con respecto a su condición y recientemente trascendió la noticia de que no espera llegar a vivir hasta los 80 años de edad. La macabra declaración la dio en un adelanto del próximo episodio de CBS Sunday Morning, donde declaró que, algún día, su trastorno terminaría por alcanzarlo, lo que derivaría en su muerte.
No voy a tener 80 años. (La enfermedad) sí, está golpeando la puerta. No voy a mentir. Se está poniendo difícil, se está poniendo más difícil. Se está poniendo más difícil. Cada día es más difícil", declaró el actor
El actor continuó su relato, narrando que hace algún tiempo tuvieron que extirparle un tumor benigno de la columna, lamentablemente dicho procedimiento "arruinó su estado de salud, ya que deformó su manera de caminar al grado en el que comenzó a caerse, lo que derivó en fracturas de brazo, codo, cara y mano. Esto llevó al famoso a concluir que su asesino no sería el mal del Parkinson, sino caerse o atragantarse con la comida o una neumonía: "Todas son estas formas sutiles las que te atrapan", cerró el actor.
Fuentes: Tribuna