Berlín, Alemania.- Uno de los músicos que más concentra a la audiencia es sin duda Roger Waters, quien alcanzó la fama internacional tras fundar la agrupación Pink Floyd en la que él se desempeñaba como bajista; no obstante, en la que parece ser su gira de despedida ha causado una severa polémica pues tras llevarse a cabo dos de los conciertos que previamente habían sido cancelados en Alemania, el músico no solo hizo mención de un personaje famoso en la historia, sino que además su vestimenta estuvo fuera de lugar.
Luego de haber anunciado la realización de la gira 'This Is Not A Drill', el músico británico hizo referencia al conflicto que se vive actualmente en Israel, motivo por el cual los ayuntamientos de Frankfurt y Berlín tomaron la decisión de cancelar sus presentaciones pues no estaban de acuerdo con que para variar, opinara de asuntos exteriores. No obstante, después le permitieron realizar las presentaciones aunque Waters terminaría por darle un giro radical a las presentaciones, primero con el lanzamiento de un mensaje en las pantallas del Mercedes-Benz Arena donde se leía:
Sobre un asunto de interés público: un tribunal de Frankfurt ha dictaminado que no soy un anti- Semita. Para ser claros, condeno el antisemitismo sin reservas".
Las declaraciones del músico de 79 años de edad, han sido una constante pues con frecuencia suele comprar el conflicto en Israel con los nazis, motivo por el cual estando en Alemania también hizo referencia a la vestimenta que el ejército alemán solía usar debido a que optó imágenes con martillos cruzados en uno de sus brazos, justo como los que aparecen en la cinta Pink Floyd: The Wall, estrenada en 1982. No obstante, su atuendo no sería lo único polémico, ya que después tocó el tema de Anne Frank.
Mientras el concierto se llevaba a cabo y Waters se paseaba en el escenario con este uniforme controversial, las pantallas sobre el escenario, las cuales además estaban en forma de crucifijo, comenzaron a proyectar nombres de personas que han muerto a manos de las autoridades, entre ellas el afroamericano George Floyd; sin embargo, el momento clave fue cuando apareció el nombre de Anne Frank, una famosa niña judía quien relató cómo fue su vida estando bajo el imperio Alemán durante la segunda Guerra Mundial, al tiempo que también apareció el nombre de Shireen Abu Akle, periodista que fue asesinada mientras realizaba la cobertura del conflicto en Israel desde Cisjordania.
Aunque la proyección de los nombres ya era algo bastante controversial especialmente estando en suelo alemán, Roger Waters giró hacia las pantallas y, portando una pistola falsa, disparó hacia las pantallas en alusión a que las fuerzas alemanas estaban detrás de estos asesinatos, lo que de inmediato generó polémica y claro, lo llevó a ser criticado por parte de internautas, medios de comunicación y el resto del público en general, especialmente aquellos que tomaron como una ofensa lo que los judíos tuvieron que vivir durante el conflicto bélico.
Mediante las plataformas digitales, ministros de Relaciones Exteriores de Israel enviaron un fuerte mensaje al británico a quien le comunicaron que las presentaciones fueron no solo un hecho lamentable, sino que además iba en contra de todas las personas que murieron durante el Holocausto y cuyas memorias son honradas. "Buenos días a todos menos a Roger Waters que pasó la noche en Berlín (Sí Berlín) profanando la memoria de Ana Frank y los 6 millones de judíos asesinados en el Holocausto", se leía en redes sociales en relación al concierto del británico.
Fuente: Tribuna