Ciudad de México.- La reconocida periodista, Anabel Hernández acaba de lanzar su libro Las Señoras del Narco: Vivir en el Infierno, el cual destapa a través de un trabajo de investigación los nexos que han tenido algunas celebridades como funcionarios públicos con el crimen organizado, quienes en aras de seguir acumulando riqueza se vuelven de algún modo cómplices de sus delitos.
Tal como era de esperarse, la publicación que salió a la venta el pasado 19 de septiembre ha generado polémica ya que se mencionan nombres de personajes muy conocidos, quienes se habrían relacionado con peligrosos capos como Arturo Beltrán Leyva, a quien la autora describe como un hombre insaciable con las mujeres y tan generoso que podía comprar la compañía de casi cualquiera.
No obstante, también hubo quienes tuvieron el valor de rechazar sus tentadoras y millonarias ofertas, tal es el caso de Isabel Madow, quien a diferencia de otras como Galilea Montijo, Paty Navidad o Karla Panini, prefirió no involucrarse en esos asuntos y seguir enfocada en su carrera artística; así fue su historia.
En un enlace con el programa Chisme No Like de Elisa Beristain y Javier Ceriani, la periodista compartió que toda la información que posó en su obra viene de entrevistas, siendo Celeste una de sus principales fuentes, pues fue una de sus tantas parejas de Beltrán Leyva y estaba al tanto de todos los romances extramaritales que tenía e incluso en algún punto le ayudó a convencer chicas.
Así se negó Isabel Madow a trabajar para Arturo Beltrán Leyva.
Anabel Hernández contó al programa que Isabel Madow fue ubicada por el narcotraficante cuando gozaba de gran popularidad en Televisa por su personaje de 'La Secre' en el programa El Mañanero, conducido por Brozo, así que el capo puso sus ojos en ella y le pidió a Celeste que le hiciera una oferta laboral entre 2007 y 2008.
A modo de gancho la invitaron a colaborar con un spa cerca de la televisora de San Ángel, donde le presentaría a su socio, para que entonces Beltrán la convenciera de subir a su recamara y obtener lo que realmente quería, pero Madow supo escabullirse del lugar sin tener que relacionarse con el peligroso narcotraficante que falleció en 2009.
Según Celeste, quedó de verse con la rubia en un restaurante en Perisur, a donde llegó acompañada de su mamá porque no la conocían, le informaron del spa y enseguida la invitó a trasladarse a una casa de Zacatépetl, bajo el pretexto de que esa era la oficina y al llegar, les confesó que 'El Barbas' era su tío y socio comercial del local.
Tras una larga plática, Isabel Madow y su madre pidieron que las regresaran a Perisur y se retiraron sin concretar la negociación, pese a que la oferta era tentadora y habían sido tratadas como reinas, siendo este un contraste con muchas artistas que se presume no sólo aceptaban pasar la noche con los capos, sino que se convertían en sus novias por los lujos que recibían.
Fuente: Tribuna