Colombia.- Geraldine Fernández, una joven colombiana, se convirtió en el epicentro de una polémica que sacudió las redes sociales y los medios de comunicación de Colombia. Su historia, que inicialmente la presentaba como la única colombiana que trabajó en la prestigiosa película de Studio Ghibli, El niño y la garza, se desmoronó rápidamente, dejando al descubierto una trama de mentiras y exageraciones.
The Boy and the Heron (El niño y la garza) es la más reciente producción de Studio Ghibli, dirigida por el legendario Hayao Miyazaki. La película ganó el Golden Globe a Mejor Película Animada, generando un impacto significativo en todo el mundo. Sin embargo, en Latinoamérica, el triunfo de la película se vio empañado por las afirmaciones de Geraldine Fernández.
Después de la victoria en los Golden Globes 2024, Fernández se presentó en redes sociales y medios internacionales como la única colombiana que participó en la animación de El niño y la garza. En entrevistas, detalló su supuesta contribución al proyecto, afirmó haber trabajado de forma remota desde Colombia, animando 25 mil fotogramas y compartió anécdotas de un encuentro personal con Hayao Miyazaki en Japón.
Fernández incluso ofreció conferencias y relató su experiencia en la Universidad Sergio Arboleda, donde destacó los desafíos físicos y emocionales que enfrentó durante los 20 meses de trabajo remoto. Su historia parecía inspiradora y excepcional, llevándola a recibir elogios de su propia empresa, TecnoGlass, que destacó su labor en redes sociales.
Sin embargo, las redes sociales no tardaron en cuestionar la veracidad de las afirmaciones de Fernández. Artistas y observadores señalaron inconsistencias, desde la cantidad de fotogramas atribuidos a un único animador hasta la ausencia de su nombre en los créditos de la película. La duda se convirtió en escepticismo, y Fernández fue sometida a un escrutinio público.
El streamer en Twitch, Pablo González (@Caith_Sith), desempeñó un papel crucial al entrevistar a Fernández durante más de tres horas, exponiendo contradicciones en sus declaraciones. González cuestionó la autenticidad de su portafolio, que incluía obras de otros artistas, y reveló la falta de actualización desde 2017. La entrevista en vivo se volvió viral, desatando una oleada de críticas y burlas hacia Fernández.
En medio de las crecientes dudas, medios colombianos como la revista Cambio investigaron más a fondo. Descubrieron que los certificados presentados como pruebas de su participación con Studio Ghibli eran, en realidad, de cursos de cerámica en japonés. Además, cuando se le solicitó un contrato con la casa productora, Fernández admitió no tener evidencia alguna.
El 16 de enero, en una entrevista con Blu Radio, Geraldine Fernández finalmente admitió haber "exagerado" su participación en El niño y la garza. Reconoció haber trabajado solo en algunas escenas, no en toda la película, y aclaró que no completó los "25 mil fotogramas" como afirmó anteriormente. Afirmó haber trabajado como freelance en el proyecto y expresó arrepentimiento por su conducta.
La historia de Geraldine Fernández desató una cascada de reacciones en las redes sociales. Desde críticas y comentarios negativos hasta memes que ridiculizaban la situación. La ilustradora, apodada 'La Colombiana', ofreció disculpas en un comunicado difundido por la periodista Vanessa De La Torre, lamentando que la situación se le "salió de las manos".
La controversia ha dejado a Fernández sin credibilidad en las redes sociales y enfrentando la posibilidad de perder su empleo en Tecnoglass. Aunque Studio Ghibli no ha emitido ninguna declaración al respecto, la historia de Geraldine Fernández destaca la importancia de la verificación de información en la era digital y cómo la verdad puede prevalecer, incluso cuando se envuelve en una narrativa ficticia.
Fuente: Tribuna