Ciudad de México.- En el amor, elegir sabiamente a tu pareja ofrece más posibilidades de construir una relación satisfactoria. Y para acertar en la elección, nada mejor que la observación. En efecto, determinadas personas están dotadas de cualidades compatibles con la construcción de una bella historia de amor, que perdure en el tiempo. La primera cualidad a buscar es la estabilidad. Por estabilidad, se entiende una persona capaz de cuidar de sí misma.
La segunda cualidad es: enraizamiento. Una persona que tiene un arraigo sólido, ya sea en su familia o en su trabajo, es una persona capaz de comprometerse. Y esa es una muy buena señal de su capacidad para entablar una relación romántica. La tercera cualidad: mostrar respeto. Si bien es completamente posible hacer bromas mutuamente como pareja, el respeto siempre debe estar ahí. El respeto no está sólo en palabras sino también en acciones, como llegar a tiempo a una cita.
La cuarta cualidad esencial: comunicación. Es bien sabido que una relación sin comunicación está condenada al fracaso. Como una relación sin confianza, lo que nos lleva a esta quinta cualidad. La confianza es la base de una buena relación, pues genera seguridad. La sexta cualidad es la empatía. De hecho, encontrar a alguien que demuestre empatía es la clave del éxito a largo plazo. Para la séptima cualidad, los psicólogos recomiendan encontrar a alguien cariñoso. A través de palabras amables, contacto físico y química sexual, te sientes apreciado, deseado y, sobre todo, amado. La octava cualidad esencial para una relación duradera es una persona responsable. Una persona responsable cumple sus compromisos y promesas. No es necesario monitorear o verificar que ella esté haciendo lo que dice.
Madurez es la novena cualidad. Tener una pareja que tenga sentido del humor y que ame la vida es fundamental, pero su nivel de madurez es aún más importante. De hecho, nadie quiere ser a la vez padre y pareja de alguien. Vulnerabilidad es la décima y última cualidad. Saber mostrar vulnerabilidad es la clave para abrir un diálogo sano y sincero en una relación.
Fuente: Tribuna