Ciudad de México.- Si bien desde hace varios años numerosos estudios han dado resultados preocupantes acerca del tiempo que nuestros hijos pasan detrás de una pantalla, un nuevo estudio ha puesto de relieve una vez más una observación alarmante entre los niños pequeños. De acuerdo al texto, se dice que un niño de dos años pasa una media de casi 56 minutos al día delante de una pantalla, tiempo que aumenta con la edad.
Cuando te conviertes en padre comienzas con muchas resoluciones hermosas y las mejores intenciones, pero cuando te enfrentas a la realidad todo se derrumba rápidamente. Especialmente cuando nos damos cuenta de que es muy fácil poner a un niño detrás de un vídeo en el teléfono para mantenerlo callado o calmarlo en determinadas situaciones. Esto no quiere decir que los padres no lo sepan y no se den cuenta de que no es la situación adecuada para su hijo, pero ante el poder mágico de una pantalla o un vídeo de YouTube para terminar tranquilamente su comida o calmar a un niño que llora, cualquiera se encuentra en un estado de debilidad.
Aunque el tiempo pasado delante de una pantalla sustituye muy a menudo a las actividades interactivas o incluso comunicativas, los expertos de la Academia Americana de Pediatría afirman que lo mejor es evitar casi por completo la exposición a las pantallas de los pequeños de entre 18 y 24 meses. ¿Sabías que el 80 por ciento del desarrollo cerebral de un niño ocurre a los tres años?
Otro paper analizó la correlación entre el tiempo que pasan detrás de una pantalla y el procesamiento sensorial de los niños, es decir, los cinco sentidos: vista, olfato, oído, gusto y tacto. El cerebro toma información de estos sentidos y la descifra, así es como nos alejamos de una estufa caliente para evitar quemarnos o nos acercamos a alguien que está susurrando para escucharlos. Los trastornos sensoriales también suelen estar asociados muy a menudo con el TDAH y los trastornos del espectro autista, el estudio afirma que el 60% de los niños con este tipo de trastorno también padecen un trastorno del procesamiento sensorial.
Más de mil 500 familias fueron interrogadas a través del estudio realizado por estos científicos sobre la exposición de los niños a las pantallas a los 12, 24 y 33 meses así como sobre su perfil sensorial con el objetivo de detectar posibles problemas auditivos, visuales, táctiles, vestibulares y bucales. Este estudio agrega el procesamiento sensorial atípico a la lista de otros resultados del desarrollo y del comportamiento, incluido el autismo, problemas de atención, retraso del lenguaje, habilidades cognitivas para la resolución de problemas, diferencias cerebrales, problemas de comportamiento y trastornos del sueño asociados con la exposición a pantallas en una etapa temprana de la vida.
Fuente: Tribuna Sonora