Los Ángeles, California. - La película Lisa Frankenstein se presenta como una comedia romántica de terror con un enfoque retro, pero sufre de una dirección torpe que dificulta la conexión del público con la trama. El guion escrito por Diablo Cody, que sigue la historia de un adolescente inadaptado que se relaciona con un cadáver reanimado, ofrece líneas divertidas, pero la dirección de Zelda Williams no logra mantener la coherencia narrativa.
La película, estrenada el 9 de febrero, cuenta la historia de Lisa Swallows, interpretada por Kathryn Newton, una adolescente que encuentra un sentido de propósito al vincularse con un cadáver reanimado después de presenciar el asesinato de su madre. Aunque el filme intenta capturar la esencia de las comedias de terror de los años 80, como Cazafantasmas o Gremlins, se queda corto y se compara más con películas olvidadas de esa década.
La trama sigue a Lisa mientras lidia con su nueva familia y encuentra consuelo en su cementerio local. Después de una tormenta y un rayo, murmura un deseo junto a una tumba, lo que desencadena la resurrección de un zombi (interpretado por Cole Sprouse). A partir de ahí, la película intenta mezclar elementos de comedia romántica y terror, pero la falta de dirección efectiva hace que la narrativa pierda fuerza.
A pesar de una secuencia de título animada inicial sugerente y un intento de capturar la estética de los años 80, la película no logra mantener la atención del espectador. La conexión entre los personajes principales, interpretados por Newton y Sprouse, se desarrolla de manera apresurada, lo que dificulta empatizar con su relación. Además, la falta de desarrollo en la trama y la exageración constante restan credibilidad y afectan el tono general de la película.
Aunque la película intenta ser una opción para el Día de San Valentín dirigida a audiencias jóvenes con un gusto por el humor de terror, la dirección desordenada y la falta de coherencia narrativa pueden dificultar la conexión del público con la historia. Lisa Frankenstein deja a los espectadores con la sensación de que su potencial cómico se ve opacado por una ejecución deficiente y una dirección que no logra aprovechar la esencia de las películas a las que intenta rendir homenaje.
Fuente: Tribuna