Ciudad de México. - La comunidad virtual se vio sacudida recientemente por una controversial declaración de Wendy Guevara, quien anunció en un live transmitido en sus redes sociales su intención de demandar al reconocido actor y comediante Adrián Uribe por daño psicológico.
En el live, Guevara reveló que durante su infancia y adolescencia fue objeto de burlas y bullying debido a un personaje interpretado por Uribe, conocido como "Carmelo, el mesero". Este personaje, según Guevara, era un hombre homosexual muy amanerado cuyo nombre coincidía con el que ella tenía antes de su transición.
La influencer explicó que debido a este personaje, fue víctima de acoso en la escuela, lo que le causó un profundo daño psicológico. "Por tu culpa, toda la primaria y parte de la secundaria me bulliaban con el de ‘Hola, soy Carmelo’. Toda la pt vida. Y le dije, ‘ahí te encargo lo del psicólogo’", expresó Guevara en el live, refiriéndose a Uribe.
Ante estas declaraciones, Guevara anunció su intención de demandar a Uribe por el daño que le causó. "Voy a levantar un acta a Adrián Uribe porque de verdad siempre me bullearon en mitad de la primaria y secundaria… Así que díganle que lo estoy buscando porque lo voy a demandar", afirmó Guevara.
Sin embargo, poco después se reveló que todo se trataba de una broma por parte de Guevara, quien utiliza el humor como una forma de abordar su pasado traumático. La influencer suele utilizar la comedia como una herramienta para hacer más llevadera su historia y conectar con su audiencia.
A pesar de tratarse de una broma, las declaraciones de Guevara generaron un debate en las redes sociales sobre los límites del humor y la responsabilidad de los comediantes en el impacto de sus personajes en la sociedad. Mientras algunos defendieron el derecho de Guevara a utilizar la comedia como una forma de sanar y procesar su pasado, otros criticaron la manera en que se abordó el tema y el uso de la figura de Adrián Uribe en este contexto.
Este episodio ha destacado la importancia de reflexionar sobre el impacto que pueden tener las representaciones humorísticas en la vida de las personas y cómo se debe manejar este tipo de contenido de manera responsable en el espacio público, especialmente en un entorno digital donde las declaraciones pueden difundirse rápidamente y llegar a un amplio público.
Fuente: Tribuna