Ciudad de México.- Estrés, exigencias excesivas, disminución de la energía vital y, finalmente, el estado de agotamiento total, también conocido como burnout. No es necesario llegar a eso. Si vigilas los factores de riesgo, puedes prevenir este fenómeno que te desgasta.
El burnout, mencionado por primera vez en 1974 por el psicólogo Herbert Freudenberger como un colapso debido al exceso de trabajo o al estrés, fue considerado durante mucho tiempo una enfermedad de los adictos al trabajo y de los directivos. Ahora está claro que el burnout puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad y grupo profesional. Además, esta condición es resultado de una combinación de muchos factores diferentes. Esto incluye tanto la vida privada como el mundo laboral. Si hay un desequilibrio en ambas áreas de la vida, el resultado puede ser el agotamiento.
- ¿Quién está particularmente en riesgo?
Las personas que trabajan en profesiones sociales como médicos, enfermeras geriátricas, enfermeros, profesores, psicólogos o trabajadores sociales, corren especial riesgo de padecer síndrome de agotamiento. Pero también pueden verse afectados otros grupos, como estudiantes, una madre con múltiples cargas o un deportista.
- Puntos de riesgo:
-Estar expuesto a un estrés constante.
-Es difícil decir 'no'.
-Querer hacer todo a la perfección.
-Tener esperanza de reconocimiento a través de sus acciones.
-Establecer metas poco realistas.
- ¿Cómo se produce el agotamiento?
El agotamiento rara vez tiene una causa única. Los llamados factores psicosociales que requieren adaptación a nuevas circunstancias, como el nacimiento de un hijo, el desempleo, la jubilación o la pérdida o muerte de un ser querido, así como situaciones de sobrecarga crónica pueden desencadenar el burnout.
Sin embargo, no todos los afectados tienen factores tan claros. El estrés profesional y privado a menudo provoca un estado de ánimo nublado, pero esto no conduce necesariamente al agotamiento. Sólo cuando existen años de estrés suele ser suficiente para que ocurra un pequeño evento y se produzca una crisis. El burnout no se desarrolla de la noche a la mañana, sino que es un proceso gradual que a menudo pasa desapercibido durante mucho tiempo.
Fuente: Tribuna Sonora