Ciudad de México.-¿Es posible equivocarte al enjuagarte la boca con agua después de cepillarte los dientes? Lamentos decirte que sí. Para la mayoría de las personas, enjuagarse la boca vigorosamente con agua después de cepillarse los dientes es parte de su rutina de higiene dental.
Sin duda, un correcto cepillado, limpieza y revisiones periódicas con el dentista son muy importantes. Pero, sobre todo, es tu pasta de dientes la que juega un papel fundamental en el cuidado dental diario. Porque gracias al ingrediente fluoruro, tus dientes no sólo estarán limpios, sino que también están protegidos contra las caries. La razón es, por un lado, el efecto antibacteriano del fluoruro contra la placa y el metabolismo bacteriano del azúcar. Por otro lado, el flúor estabiliza y endurece el esmalte dental, al mismo tiempo que repone y repara las sales minerales perdidas por el diente.
Por eso se recomienda que las personas con tendencia a sufrir caries utilicen una pasta de dientes que contenga flúor. Mientras que a las personas con tendencia a la inflamación de las encías (periodontitis) se les recomienda utilizar una pasta de dientes que tenga efecto antiinflamatorio y que no contenga partículas abrasivas. Las partículas abrasivas se pueden encontrar, por ejemplo, en pastas de dientes con efecto blanqueador. Estos pueden hacer que la superficie del diente sea porosa, haciendo que los dientes sean menos resistentes a las enfermedades. Lo mejor es hablar con tu dentista durante tu próxima revisión sobre qué pasta y dentífrico es el adecuado para ti.
¿Por qué no deberías enjuagar la pasta de dientes con agua?
Bueno, para decirlo de manera bastante banal: porque casi todas las propiedades positivas del fluoruro terminan por el desagüe cuando lo enjuagas. Desde una perspectiva dental, la eficacia del fluoruro mejora cuanto más tiempo permanece en el diente. Lo ideal o es enjuagarse los dientes antes de cepillarse, para eliminar primero los residuos de comida más gruesos. Luego, se recomienda cepillarse los dientes, usar hilo dental y escupir, pero sin enjuagarse con agua. De esta manera los fluoruros pueden funcionar correctamente.
Fuente: Tribuna