Atlixco, Puebla. - El universo de las redes sociales se estremeció con la impactante noticia del fallecimiento de Elena Larrea, destacada modelo y ferviente activista, el pasado martes 19 de marzo de 2024. Su repentina partida dejó un vacío insondable entre sus millones de seguidores, quienes admiraban su compromiso con el bienestar animal y su pasión por los caballos, una causa que defendió con arduo fervor, especialmente en los últimos años.
A sus 31 años, Larrea sucumbió a una trombosis pulmonar, según lo anunciado oficialmente por "Cuacolandia", la organización que ella misma fundó. Aunque las circunstancias exactas que rodearon este trágico desenlace aún no han sido completamente esclarecidas, se baraja la posibilidad de que haya sido desencadenada por una intervención quirúrgica estética a la que se sometió. Asimismo, han surgido especulaciones sobre la posibilidad de un acto criminal, aunque carecen de evidencia sustancial que las respalde.
Las redes sociales se inundaron con tributos y muestras de condolencia hacia Larrea, quien dejó una huella imborrable en la lucha por los derechos de los animales. Las imágenes conmovedoras de su funeral circularon ampliamente en línea, destacando el emotivo adiós a una figura tan querida. Aunque el servicio funerario se realizó en privado, su impacto trascendió las paredes del recinto gracias a las publicaciones en las redes sociales, donde se compartieron momentos emotivos y recuerdos entrañables.
En los vídeos y fotografías que se difundieron, se capturó la emotividad del momento, especialmente en Cuacolandia, el santuario equino que Larrea erigió con amor y dedicación. Este refugio alberga a más de 350 caballos rescatados de diversas circunstancias adversas, gracias al incansable esfuerzo de la activista. Amigos, familiares y allegados se congregaron alrededor de su féretro, pero lo más conmovedor fue la presencia de los propios caballos, manifestando su tristeza de manera palpable.
Uno de los momentos más conmovedores fue la despedida de Divo, un caballo que parecía comprender la pérdida de su amiga humana. En múltiples videos compartidos en línea, se observa cómo los equinos expresan su duelo, evidenciando el profundo lazo emocional que compartían con Larrea. Incluso, se escuchan sollozos entre los animales, un testimonio elocuente de la conexión única que compartían con la activista.
El legado de Elena Larrea va más allá de su influencia en las redes sociales. Como fundadora de "Cuacolandia", dejó un impacto perdurable en la protección de los caballos maltratados en Atlixco, Puebla. Su incansable labor y su activismo trascendieron las pantallas, contribuyendo al avance del Movimiento Animalista de Puebla y logrando la tipificación de la zoofilia como delito en el estado, un hito crucial en la defensa de los animales vulnerables.
El adiós a Elena Larrea no solo deja un vacío en el activismo por los derechos de los animales, sino también en el corazón de aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla y ser inspirados por su dedicación y su amor inquebrantable por los equinos y todas las criaturas vulnerables. Su legado perdurará como un faro de esperanza y un recordatorio de la importancia de luchar incansablemente por aquellos que no pueden hacerlo por sí mismos
Fuente: Tribuna