Ciudad de México.- Con la llegada de la primavera, surge un fenómeno conocido como el "fatiga primaveral", el cual se manifiesta como una sensación general de fatiga y letargo entre muchas personas. A pesar de la asociación primaveral con la renovación y la vitalidad, este cansancio puede afectar de manera significativa el bienestar de quienes lo experimentan.
Este fenómeno, que puede incluso desembocar en síntomas de depresión, tiene diversas causas subyacentes. Uno de los factores clave es el cambio de horario que acompaña al inicio de la primavera, el cual puede perturbar los ritmos circadianos naturales del cuerpo y provocar trastornos del sueño, exacerbando así la sensación de fatiga. Además, las variaciones en la duración de la luz del día pueden influir en la producción de melatonina, la hormona del sueño, lo que también contribuye al cansancio y somnolencia diurna.
Por fortuna, puede mitigarse mediante diversas estrategias. Mantener hábitos de sueño saludables es fundamental, lo que implica asegurarse de descansar lo suficiente cada noche y establecer una rutina regular para mejorar la calidad del descanso. Además, es importante prestar atención a la alimentación, optando por alimentos ricos en nutrientes y energía, como frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras. Es fundamental evitar los alimentos procesados y con alto contenido de azúcares añadidos, ya que pueden provocar picos de energía seguidos de caídas abruptas.
El ejercicio regular también juega un papel crucial en la lucha contra la fatiga primaveral. La actividad física ayuda a estimular la circulación sanguínea, fortalecer el sistema inmunológico y liberar endorfinas, las hormonas del bienestar. Se recomienda encontrar actividades que se disfruten, como caminar, andar en bicicleta o practicar yoga, e incorporarlas regularmente a la rutina diaria.
Además de estas estrategias, también se sugiere buscar apoyo si la fatiga primaveral afecta significativamente la calidad de vida o si se experimentan síntomas de depresión asociados. Con un enfoque proactivo y hábitos de vida saludables, es posible mitigar los efectos de la fatiga primaveral y disfrutar de la temporada con energía y vitalidad.
Por último, encuentra maneras de relajarse y recargar energías. Ya sea meditando, practicando técnicas de respiración profunda. O simplemente pasar tiempo en la naturaleza. Tómate también el tiempo para desconectarte de pantallas y fuentes de estimulación excesiva.
Fuente: Tribuna Sonora