El ambiente tenso entre Nirvana y Guns N' Roses alcanzó su punto más álgido durante los MTV Video Music Awards de 1992, donde un incidente singular marcó un enfrentamiento que ya venía siendo agrio entre ambas bandas. La relación entre Kurt Cobain y Axl Rose, líderes de Nirvana y Guns N' Roses respectivamente, estaba marcada por desencuentros y comentarios despectivos que se habían vuelto públicos en el mundo de la música.
El episodio se gestó en el backstage del evento, donde Axl Rose había realizado comentarios desagradables sobre la hija de Kurt Cobain y Courtney Love. Estas palabras llegaron a oídos de Cobain, quien junto a su esposa, se encontraba en el lugar. De manera sarcástica, Courtney Love propuso a Axl que fuera el padrino de su hija, a lo que el líder de Guns N' Roses respondió con amenazas.
Según relató Cobain más tarde, tras su actuación en los MTV VMA, se produjo un tenso encuentro entre los miembros de Nirvana y el séquito de Guns N' Roses en los camerinos. Los guardaespaldas de ambas bandas estuvieron involucrados en un altercado, y hubo amenazas de violencia que obligaron a Nirvana a esconderse para evitar confrontaciones.
Sin embargo, el momento más recordado de la noche ocurrió durante la actuación de Nirvana en el escenario. Después de interpretar Lithium y destruir sus instrumentos en un acto característico de rebeldía, la banda envió saludos irónicos a Axl Rose. Fue entonces cuando Kurt Cobain, al divisar un piano en el escenario, creyó erróneamente que pertenecía a Axl Rose y decidió escupirlo y mancharlo como un gesto de desafío.
La situación tomó un giro inesperado cuando Nirvana se percató de su error: el piano que habían dañado no era de Axl Rose, sino de Elton John, quien se había unido a Guns N' Roses para interpretar November Rain a petición de Rose. Esta confusión exacerbó aún más la tensión entre las dos bandas y marcó el fin definitivo de cualquier posibilidad de reconciliación entre Cobain y Rose.
El incidente en los MTV Video Music Awards de 1992 quedó grabado en la memoria de los seguidores de ambas bandas como un momento emblemático que simbolizó la rivalidad y la hostilidad que existía entre Nirvana y Guns N' Roses en aquellos años. A pesar del tiempo transcurrido, este episodio sigue siendo recordado como una de las confrontaciones más destacadas en la historia del rock.
Fuente: Tribuna