Ciudad de México.- Corría el año 2021 cuando un nuevo escándalo se estaba apoderando de la farándula mexicana: El actor Héctor Parra fue denunciado por abuso sexual por su hija menor, Alexa Hoffman. Este hecho escaló a tal grado que el famoso tuvo que acudir a Ventaneando para dar réplica y aclarar que dicha situación no era real y recalcó que su descendiente sería manipulada por su expareja Ginny Hoffman.
Tiempo después ocurrió lo impensable, Héctor fue a dar a prisión preventiva y posteriormente fue vinculado a proceso, hasta que fue sentenciado a pasar 13 años y 10 meses en prisión por corrupción de menores y abuso. En este tiempo, Daniela Parra, hija mayor del actor de La Usurpadora se ha mantenido al vilo del cañón con su padre, al grado en el que ha organizado bazares, venta de alcancías y de tamales.
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Aunque Daniela ha aparecido en diversos programas, la realidad es que hasta el momento la participante de Las Estrellas Bailan en Hoy no había hablado sobre cómo fueron los primeros días de su padre en la prisión y cómo fue su proceso de adaptación. No fue sino hasta que acudió como invitada al programa de Matilde Obregón, donde habló un poco más al respecto. La charla inició con la joven contando que, en estos años, solo ha visto llorar a su padre en dos ocasiones.
Según declaraciones de Daniela, la primera vez, Héctor se quebró al descubrir que Alexa era la que estaba difundiendo los rumores en su contra. Luego de ello, la experiencia más fuerte que le tocó vivir a su progenitor fueron los primeros días en prisión, donde estuvo apartado de los demás presos por mucho tiempo debido a que se trataba de una personalidad de la televisión y las autoridades dedujeron que lo mejor era tenerlo protegido, en caso de que alguien quisiera hacerle algo, pero esto derivó en que el famoso habitara en condiciones infrahumanas.
"Era un pasillo nada más con celdas; entre los barrotes, mi papá tenía que sacar la mano para que le diera el Sol en la mano. Esas visitas eran muy fuertes, no había baños ni nada. Tenía que colar el agua con su playera para lavarse la cara. Si ni siquiera en ese lugar no sé qué pasaría en este momento porque ahí sí era muy fuerte hasta que ya los pasaron a otro lugar junto con los de la tercera edad, entonces está mucho mejor."
Daniela contó que, en determinado momento, pudieron mover a su padre de celda y actualmente se encuentra en un lugar mucho mejor e incluso asegura que comparte celda con un sacerdote, lo que lo ha ayudado a acercarse a la religión. Según afirmaciones de la joven, el compañero de su padre suele oficiar misas dentro de la prisión y el histrión no se pierde ninguna, al grado en el que bromean con que se ha convertido en un "monaguillo".
"Solo puedo decir que es Dios con nosotros y mi papá justamente, en su celda, la comparte con un padre. Entonces de ahí el padre le empezó a meter esto. De repente los dos tenemos nuestra biblia", declaró la joven.
Fuentes: Tribuna