Ciudad de México.- Si has estado al pendiente de las condiciones ambientales de la Ciudad de México y Estado de México te habrás dado cuenta de que las autoridades han implementado diversas Contingencias Ambientales para hacerle frente a la pésima calidad del aire. Dentro de esta estrategia se consideran varias medidas preventivas para cuidar la salud humana, tales como evitar realizar actividades al aire libre y procurar estar en espacios cerrados. Pero ¿qué pasa si forzosamente tu rutina incluye pasar la mayoría del tiempo en la calle? ¿Hay alternativas que te ayuden a seguir protegiéndote?
Una de las preguntas que surgen en este contexto es si utilizar cubrebocas es útil para este fin. Los efectos de la mascarilla ya son bien conocidos por la población, luego de que fuera nuestro principal escudo durante la pandemia por coronavirus. Ahora que se activó una vez más la FASE 1 de la Contingencia Ambiental por un exceso de partículas de ozono en la Zona Metropolitana del Valle de México resulta inevitable pensar en el cubrebocas como una opción para mantenernos a salvo.
Por fortuna, la respuesta es positiva. De acuerdo con la empresa suiza IQAir, especializada en tecnología y protección contra los contaminantes del aire, los cubrebocas sí funcionan en este contexto. Así que ya lo sabes, este artículo no sólo es de utilidad para evitar el contagio de enfermedades respiratorias, sino que también es una valiosa herramienta contra la contaminación atmosférica.
Numerosas pruebas sugieren que los cubrebocas son muy eficaces contra la contaminación atmosférica y en entornos con un alto riesgo de exposición a infecciones nocivas transmitidas por el aire, como los espacios compartidos".
Sin embargo, hay que ser cuidadosos, puesto que no todos los cubrebocas son adecuados, pues incluso algunos no sirven de nada para contener las partículas más peligrosas, como las PM2.5, que como ya sabrás, son las más peligrosas al ser más pequeñas que el grosor de un cabello humano. Su fineza facilita que sean absorbidas por el torrente sanguíneo, ocasionando alteraciones en el organismo, como irritación en los ojos, la nariz y la garganta. Por otra parte, si el cuerpo humano se expone por un periodo largo a este tipo de partículas puede sufrir cambios en los pulmones y el corazón. Así que asegúrate de elegir bien.
Un cubrebocas N95 bloquea el 95 por ciento de las partículas finas, una N90 el 90 por ciento, y así sucesivamente. Otros cubrebocas que funcionan son los KN95 y FFP2, equivalentes a la norma N95 para partículas de hasta 0.3 micras".
Fuente: Tribuna Sonora