Los Ángeles, California. - En las primeras horas del jueves, Britney Spears desató preocupaciones sobre su salud mental después de ser vista en el Chateau Marmont en una situación alarmante. Las impactantes fotos mostraban a la estrella descalza envuelta en una manta, siendo escoltada a los servicios de emergencia.
La escena evocó recuerdos de su crisis en el año 2008 cuando se rapó la cabeza. En esta ocasión Spears, de 42 años, que ha provocado creciente preocupación por su comportamiento reciente, fue vista vestida solo en ropa interior, agarrando una almohada y luciendo angustiada al salir del hotel. Tenía abrasiones en las rodillas y parecía estar en t*pless, además se le veía desaliñada.
Asimismo, se afirmó que la cantante estuvo involucrada en una gran pelea con su pareja, Paul Richard Soliz, y que una mujer que coincidía con su descripción estaba “acosando y amenazando a empleados y huéspedes del hotel”. Aunque se vio a un hombre llevando sus pertenencias en una camilla, Spears no fue transportada en una ambulancia y se fue con su seguridad, sin Soliz.
Este último incidente se suma a una serie de preocupaciones sobre la estabilidad mental y el bienestar de la celebridad en los últimos años. Desde su tutela legal hasta su controvertida presencia en las redes sociales, la estrella ha enfrentado numerosos desafíos tanto personales como legales.
A principios de este año, resolvió su divorcio con Hesam 'Sam' Asghari, después de una separación legal de nueve meses y solo 14 meses de matrimonio. La resolución del divorcio se produce después de que Spears eliminara su cuenta de Instagram, tras un video eliminado en el que insultaba a su hermana, Jamie Lynn Spears.
El acuerdo de divorcio, que no otorgó nada a Britney y la dejó en una situación financiera difícil, se suma a las preocupaciones sobre su manejo de la fortuna de 60 millones de dólares.
La situación de Spears ha generado una ola de preocupación entre amigos y seguidores, con informes que sugieren que está en una situación mental y financiera peor que cuando estaba bajo tutela. Aunque la Princesa del Pop ha luchado contra sus propios demonios a lo largo de los años, su situación actual plantea preguntas sobre su bienestar y la necesidad de un apoyo más sólido para garantizar su salud y seguridad a largo plazo.
Fuente: Tribuna