Ciudad de México.- María José Suárez, esposa de Mauricio Barcelata, compartió en una entrevista reciente un doloroso episodio de abuso. La decisión de hablar sobre este traumático suceso surgió después de involucrarse en una asociación creada por su hermana para ayudar a víctimas de abuso. Suárez destacó la labor de su hermana, quien creó la asociación 'Voces humanizando la justicia', y explicó cómo comenzó a ayudar en silencio hasta sentir la necesidad de buscar ayuda para sí misma.
Aunque han pasado varios años desde el incidente, Suárez admitió que todavía experimenta momentos en los que recuerda el lamentable episodio que sufrió. Al hablarlo y buscar justicia, atraviesa todavía un camino de sanación. Al ser un tema tan delicado, pidió comprensión y empatía, instando a que no sea juzgada por haber callado por tanto tiempo. Argumenta que solo la víctima puede entender verdaderamente el calvario que ha vivido y el complejo proceso que la llevó a finalmente compartir su experiencia.
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Suárez aseguró que el productor de televisión Luis Fernando Chito Villegas le administró escopolamina. Este sedante, que anula los sentidos y borra los recuerdos, habría sido empleado para perpetrar el acto. Su testimonio arroja luz sobre la oscuridad de su experiencia. Reveló que tras haber ingerido la sustancia, sintió mareos y somnolencia, y fue en este momento de vulnerabilidad que él se aprovechó.
Decidió violentarme, violarme, drogarme; ha sido muy fuerte porque, por momentos, vas recordando cosas, he recordado frases, olores, imágenes".
La presencia de la licenciada Ana Suárez Castro, hermana de la afectada, ha sido un apoyo fundamental durante este difícil proceso. La también fundadora de la asociación 'Voces humanizando la justicia', ha brindado su experiencia legal y su sostén inquebrantable a Suárez en cada paso. Con profunda gratitud hacia su hermana, Suárez destaca la importancia de tener a la mejor abogada a su lado en esta lucha por la justicia. Comenta que, inicialmente, colaboraba en silencio con la asociación, hasta que un momento crucial la impulsó a alzar la voz y a levantar su propia denuncia. Este acto de valentía y determinación ha sido un proceso emocionalmente devastador para Suárez, quien describe sentirse hecha pedazos y en proceso de reconstrucción desde lo más profundo de su ser.
Fuente: Tribuna Sonora