Jerusalén, Israel.- La creatividad del ser humano nunca deja de sorprender y supera a la tecnología. El músico y dibujante israelí, Noam Oxman encontró una forma única de demostrar el amor hacia una mascota y es convrtiendo sus retratos en partituras musicales.
A través de su proyecto Sympawnies (una combinación de las palabras symphonies y paws, sinfonías y patas en inglés), Oxman creo un método para transformar las imágenes de perros, gatos y otros animales en composiciones musicales, y que según el mismo explica sobre su proyecto, estas reflejan no solo su apariencia, sino también su carácter.
Noam Oxman comenzó con este innovador proyecto hace un año y para crearlo, se inspiró en el vínculo que las personas desarrollan con sus mascotas. La idea surgió por su deseo de demostrar un homenaje y cariño a los animales que a menudo ocupan un lugar especial en la vida de una persona.
Mis retratos no son solamente visuales, sino que tratan de combinar el carácter de los sujetos con la composición musical, explica Oxman
El proceso para crear estas obras artísticas comienza con una fotografía de la mascota. Oxman luego crea un retrato del animal, donde identifica líenas y formas que, según explica, estas corresponden con diferentes notas y ritmos musicales. Estas líneas y formas luego se escriben en la partitura, donde se asignan notas al azar que luego se ordenan y modifican para crear una composición que suene coherente dentro de un contexto tonal.
Por ejemplo, la composición dedicada a Chubby Cat, uno de los gatos de Oxman, combina el carácter cariñoso y juguetón del animal con una mezcla de flautines y cuerdas cálidas, según explica el artista.
Con una pizca de de flautín, un toque de cuerdas cálidas y una progresión de armonía dulce, con suerte, la música suena un poco como él, comenta Oxman en la descripción del vídeo en su cuenta de YouTube
Una de las características más destacadas del proyecto de Sympawnies es cómo Oxman captura la personalidad de los animales en la música. Ya que el proyecto no se trata solo de transcribir una imagen en notas musicales, sino de interpretar lo que él llama el "espíritu del animal". Así, un perro alegre y animado puede inspirar una pieza barroca llena de contrapuntos que reflejan su vivacidad, mientras que un gato tranquilo y afectuoso puede reflejarse en una melodía en tonos menores o con instrumentos que tengan un sonido que se asemeje a lo suave y melancólico.
Aunque la mayoría de las composiciones de Oxman están dedicadas a perros y gatos, su trabajo no se limita a estas especies. Ya que también ja creado música para conejos, lobos, cobayas, caballos, entre otros.
Aunque muchos de los encargos que recibe Oxman son para animales fallecidos a manera de rendirles un homenaje y recordar su compañía, el artista también compone música para aquellos que aún están vivos y cuyos dueños piden solamente por diversión o curiosidad de como se podría traducir el carácter de su mascota en una pieza musical.
Pero además de su trabajo artístico, Noam Oxman también está comprometido con el bienestar animal, ya que dona al menos el 20 por ciento de sus ingresos a protectoras de animales, para ayudarles a proporcionar alimento y atención veterinaria a gatos sin hogar. Esta generosidad es notable, considerando que el costo de una composición puede variar desde 360 dólares hasta 4 mil dólares, dependiendo de la complejidad y el tamaño de la partitura.
Fuente: Tribuna