Ciudad de México. - Bruno Mars dejó una impresión duradera en México al inaugurar el nuevo Estadio GNP (anteriormente Foro Sol) el pasado jueves 8 de agosto. La primera de sus tres presentaciones en el país fue un rotundo éxito, destacándose no solo por su enérgico espectáculo, sino también por su inesperada inclusión de canciones icónicas mexicanas en su setlist.
Durante el show, Mars sorprendió a sus seguidores al interpretar El Sonidito y La Chona, temas populares que rápidamente pusieron a bailar a los asistentes. Además, imágenes del cantante luciendo un sombrero charro se volvieron virales, lo que le permitió conectar aún más con el público mexicano y ganarse su admiración. Sin embargo, en su segundo concierto sorprendió al entonar Cielito lindo, cosa que lo hizo acreedor de aplausos.
Pero la sorpresa continuó el sábado 10 de agosto cuando los alumnos de La Academia recibieron una visita especial de parte de Philip Lawrence, Jimmy King y John Fossitt, miembros del equipo de Bruno Mars. Esta visita fue facilitada por Jaime Camil, quien es amigo personal de Philip Lawrence y había coordinado la visita justo antes de la segunda presentación de Mars en la Ciudad de México.
En el encuentro, los alumnos de La Academia tuvieron la oportunidad de conocer a estos renombrados músicos y recibir valiosos consejos de figuras que han dejado huella en la industria musical. Philip, Jimmy y John compartieron sus experiencias y animaron a los jóvenes a no temer cometer errores, recordándoles que incluso los artistas establecidos aprenden y crecen a partir de sus fallos.
Héctor Martínez, director de La Academia, aprovechó la ocasión para alentar a los estudiantes a aprender de la experiencia de los músicos internacionales y a apreciar la oportunidad de recibir consejos de quienes están en la cima de su carrera. Camil, conocido por su sentido del humor, bromeó sobre su rol como “presidente del club de fans de Bruno en México”, agregando un toque de camaradería al evento.
La visita de los músicos también incluyó un momento especial cuando los académicos solicitaron a Lawrence que les cantara antes de su partida. Esta interacción no solo enriqueció la experiencia de los estudiantes, sino que también resaltó la disposición y amabilidad de los artistas internacionales.
La presencia de Bruno Mars y su equipo en México ha dejado una marca significativa, tanto en el ámbito musical como en la conexión cultural. La combinación de un espectáculo memorable, el reconocimiento de la música mexicana y el intercambio con jóvenes talentos subraya el impacto positivo que los grandes artistas pueden tener en su público y en las futuras generaciones.
Fuente: Tribuna