Ciudad de México. - Una nueva controversia surgió en torno al Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) y el Tecnológico de Monterrey, luego de que uno de sus alumnos presentara una tesis para obtener el grado de maestría en Humanidades, en la que analiza el consumo del anime Sailor Moon entre jóvenes mexicanos y cómo este influyó en su orientación sexual.
El documento, titulado Sailor Moon: La subjetividad e identidad del hombre gay millennial desde el consumo de Sailor Moon, fue elaborado por Daniel Eugenio Salinas Lara, quien llevó a cabo 10 entrevistas a seguidores de la popular serie en Monterrey, Nuevo León, con el objetivo de explorar cómo este anime japonés influyó en sus vidas y su identidad sexual.
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Para la realización de esta investigación, el Conahcyt otorgó a Salinas Lara recursos por 43 mil 896 pesos en 2022, los cuales fueron destinados a financiar las entrevistas con jóvenes gay nacidos a finales de la década de los 80. Esta situación generó una oleada de críticas en redes sociales, particularmente en la plataforma X (anteriormente conocida como Twitter), donde usuarios cuestionaron el uso de recursos públicos para un tema considerado por muchos como trivial o irrelevante.
Pero eso no es todo, uno de los aspectos más debatidos de la tesis es la conclusión de Salinas Lara, quien argumenta que muchos niños veían en Sailor Moon una vía de escape frente a la masculinidad hegemónica con la que no se identificaban. Aunque en su infancia debían consumir la serie con cautela, en su edad adulta estos individuos reivindican su gusto por el anime y su identidad gay.
En una de las entrevistas destacadas en la tesis, Salinas Lara pregunta a uno de los participantes, identificado como Leo, sobre la importancia de las icónicas secuencias de transformación en Sailor Moon. "¿Entonces dirías que en general estas secuencias de transformación eran muy importantes para ti?", cuestiona el alumno. Leo responde: "Sí, la verdad sí, eran muy importantes. Y yo recuerdo que en ese entonces mi hermano, que era muchísimo mayor y heterosisgénero, decía entre comillas: ‘están encueradas, están bien buenas’. Y yo recuerdo que yo no lo veía así. Yo veía la magia, no de qué se esté transformando, sino como la magia del espectáculo que te montaban".
La polémica en redes sociales refleja una división en la opinión pública sobre el valor académico y social de investigaciones como la de Salinas Lara. Mientras algunos consideran que este tipo de estudios aportan perspectivas importantes sobre la identidad y la cultura pop, otros critican el uso de fondos públicos para temas que consideran superfluos.
Hasta el momento, ni el Conahcyt ni el Tecnológico de Monterrey han emitido declaraciones oficiales respecto a las críticas, pero el debate en torno a la financiación y pertinencia de ciertas investigaciones académicas sigue en aumento.
Fuente: Tribuna