Los Ángeles, California. - La nueva película de terror Heretic, dirigida por Scott Beck y Bryan Woods, presenta una intrigante historia que se desenvuelve en un enfrentamiento intelectual y espiritual entre el Sr. Reed, interpretado por Hugh Grant, y dos jóvenes misioneras mormonas. La cinta, que tuvo su estreno en el Festival Internacional de Cine de Toronto antes de llegar a los cines el 15 de noviembre, destaca por la actuación convincente de Grant, quien asume el rol de villano con un magnetismo inquietante.
Grant, famoso por su carisma en comedias románticas como Notting Hill y El diario de Bridget Jones, ahora usa ese mismo encanto para dar vida a un siniestro teólogo recluso. En su papel como el Sr. Reed, un estudioso autodidacta de la religión, Grant desafía a las misioneras con preguntas y teorías que desestabilizan sus creencias. Además, su interpretación se caracteriza por un tono calmado pero amenazante, logrando que las interacciones entre los personajes se conviertan en una confrontación psicológica que mantiene al espectador en vilo.
En cuanto a las hermanas Paxton (interpretada por Chloe East) y Barnes (Sophie Thatcher), estas son las protagonistas que intentan convertir al Sr. Reed, sin saber que se adentran en una trampa intelectual. La tensión crece cuando las misioneras aceptan la hospitalidad de Reed en su casa, un espacio que, a medida que avanza la trama, revela su carácter opresivo y peligroso. Hay que decir que Beck y Woods, conocidos por A Quiet Place, logran mantener una atmósfera inquietante con la ayuda del director de fotografía Chung-Hoon Chung, quien captura la opresiva arquitectura de la casa al estilo de Frank Lloyd Wright, un espacio que se convierte en otro personaje dentro de la historia.
A medida que las misioneras intentan mantener su fe intacta, el Sr. Reed se revela como un obsesionado con la religión, utilizando su amplio conocimiento teológico para manipularlas y poner a prueba sus creencias. Grant despliega su carisma de manera perversa, generando una incomodidad constante que se intensifica cuando los diálogos alcanzan temas filosóficos y religiosos que desafían la fe de las jóvenes.
Pero eso no es todo, pues uno de los momentos más memorables de Heretic ocurre cuando Reed introduce de manera inesperada elementos culturales pop como Monopoly y Jar Jar Binks, utilizando estos elementos absurdos para sus elaboradas reflexiones teológicas, lo que añade un toque surrealista a la confrontación.
Aunque Heretic empieza con una premisa sólida, que explora las trampas de la religión moderna y la manipulación intelectual, la narrativa se diluye hacia el final cuando la cinta se inclina hacia los tropos más convencionales del género de terror. A pesar de esto, el juego psicológico entre los tres personajes se mantiene como el aspecto más absorbente del filme, gracias a las actuaciones de Grant, East y Thatcher.
La cinta ofrece una interesante reflexión sobre la fe y el poder de la persuasión, aunque no logra profundizar completamente en sus críticas sobre la religión moderna. Heretic es un thriller psicológico que vale la pena ver, no solo por la extraordinaria interpretación de Hugh Grant en su papel más oscuro hasta ahora, sino también por las tensas dinámicas que se desarrollan en el pequeño escenario que es la casa del Sr. Reed.
Fuente: Tribuna