Buenos Aires, Argentina.- El mundo del espectáculo se viste de luto con la muerte de un querido conductor de televisión, quien fue hallado sin vida en su casa en la ciudad de Ituzaingó. Se trata de Daniel 'La Tota' Santillán, quien murió a los 57 años bajo extrañas circunstancias. La partida de Santillán ocurre luego de varios escándalos en su vida privada, como su lucha contra adicciones, problemas de salud mental e incluso fue condenado a cárcel por violencia de género luego de ser denunciado por su expareja.
La inesperada muerte de Daniel, cuyo nombre verdadero era Ricardo Daniel Carías, fue confirmada por su abogado Juan Pablo Merlo y pronto se esparció por los medios de comunicación. Hasta ahora se desconocen las causas de muerte del presentador, quien era padre de cuatro hijos: Daniela y Leandro de su matrimonio de más de dos décadas con Mónica Falero y de Camila de 9 años y Mía de 7 años, fruto de su romance con su expareja Sol Fiasche, quien lo denunció al asegurar que la había amenazado.
Santillán luchó contra la depresión que padecía desde hace tiempo. En el 2011 el conductor fue diagnosticado con bipolaridad y desde entonces permanecía medicado. Apenas el año pasado fue hospitalizado por un cuadro depresivo. Según contó su hija mayor Daniela, luego de visitar a su padre lo encontró sumido en una profunda depresión y sufriendo una crisis neurológica fuerte. "Sufre un cuadro de depresión y bipolaridad, porque en los viajes de trabajo quería ver a sus hijas más pequeñas. A raíz de eso tuvo una discusión con Daniela", señaló.
Como se recordará, el presentador condujo programas de televisión como Pasión de Sábado y Pasión Tropical, actuó en teatro y participó en los reality shows Bailando y Cantando por un sueño. También participó en varios programas de radio 'La Tota' tuvo una estrecha relación de amistad con el legendario cantante argentino Rodrigo Bueno, quien falleció a los 27 años en el año 2000 en un accidente de tránsito.
De acuerdo con diferentes reportes, el presentador de televisión enfrentó varios años muy complicados como la muerte de su hermano y su diagnóstico de bipolaridad. Enfrentó diversas adicciones, desde drogas, alcohol hasta comida pues en un punto de su vida pesó 220 kilos. Los problemas mentales fueron tan severos que Daniel intentó quitarse la vida en varias ocasiones y sufría de ansiedad extrema para no quedarse sin trabajo. Descanse en paz.
Fuente: Tribuna